jueves, 20 de enero de 2011

Marcapasos: alivian vida de 30 pacientes

Una treintena de personas que estaban mal del corazón podrán mejorar su calidad de vida gracias a la donación de marcapasos por parte de la misión internacional de médicos de la clínica Lahey de Bostón (Estados Unidos). Hasta antes de la campaña, el acceso a un marcapasos era casi imposible para los pacientes de escasos recursos por el alto costo del aparato y las operaciones en las clínicas privadas.

Los pacientes que requieren un implante de marcapasos deben tener en el bolsillo unos 6 mil dólares, que es el precio que tiene la intervención y el equipo en los centros privados. A ello se suma que la mayoría de los casos son personas con el mal de Chagas de la ciudad y del campo que viven con ingresos mínimos.

Ayer, la misión de Marcapasos Internacional de la clínica Lahey, de Boston, realizó 30 implantes de marcapasos en el hospital de Viedma, considerado el cuartel general de la misión de médicos, quienes una vez al año hacen una pausa en su trabajo para venir a Bolivia a asistir a los pacientes empobrecidos.

Esta historia de solidaridad se repite desde hace 25 años con las mismas características. Pero en los últimos años, además de donar marcapasos, ha extendido la ayuda a otras intervenciones como las válvuloplastias y ablaciones, dos técnicas que permiten con una mínima invasión al corazón corregir dolencias como las arritmias.

Según el informe del hospital Viedma, ayer se realizaron cuatro válvuloplastias y 10 ablaciones a pacientes seleccionados de acuerdo a una ficha técnica.

VOLVERÁN EN 2012

• La misión Marcapasos Internacional de Boston sumó a sus donaciones la entrega de un equipo para realizar ablaciones. Además, examinaron a 75 pacientes beneficiados en anteriores campañas.


• Los médicos se comprometieron a volver en 2012 con equipos especiales para realizar dos intervenciones a dos pacientes con dolencias congénitas que fueron detectados durante la revisión a los beneficiarios de marcapasos.


• Los pacientes con dolencias congénitas son una muchacha de 22 años y un varón de 75 años. que padecen de una malformación denominada “ducto” congénito.

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