domingo, 29 de mayo de 2011

La diabetes es insostenible

Santa Cruz no está preparada para hacer frente al aumento de diabéticos con complicaciones. Así coinciden profesionales y autoridades del sistema público y privado de salud, teniendo en cuenta, sobre todo, la demanda de diálisis y trasplantes.
La situación es tal que Ana María Barba, una profesional que apoya el programa de enfermedades no transmisibles del Servicio Departamental de Salud (Sedes) y que trabaja en el Instituto del Riñón, considera que llegará un momento en que “los pacientes empezarán a morir como moscas” si no se hace más en prevención.
Con 21 años de atención a pacientes con insuficiencia renal crónica terminal (sometidos a diálisis), Barba asegura que el 60% de ellos es a causa de la diabetes. “Esta enfermedad no es lo último, pero el problema es que la gente no se cuida. Hallo personas con niveles de azúcar de hasta 500 (lo normal es 140 milígramos por ciento) y están viviendo felices, como no les duele, pero por dentro el azúcar está haciendo estragos a su vista, sus nervios y el riñón”, dice.
Cuando el páncreas deja de producir insulina, el paciente debe someterse a diálisis. La mayoría tiene que hacerlo tres veces por semana para poder vivir y cada sesión de cuatro horas cuesta cerca de $us 100. “No hay familia que pueda sostener este gasto, ni sistema de salud que aguante. Santa Cruz no está preparada, las unidades públicas de diálisis no abastecen”, lamenta Barba.
En el sistema público, el hospital Japonés solo tiene cinco máquinas que permiten dializar a 16 pacientes por semana. En la Caja Petrolera tienen seis máquinas que alcanzan para 18 personas a la semana. Otra opción es el hospital San Juan de Dios y la Caja Nacional de Salud, en similares condiciones. En lo privado, el Instituto del Riñón tiene seis máquinas, con capacidad para 47 pacientes y en el centro Riviut se dializan a 67 pacientes. Cada equipo cuesta mínimo $us 45.000.
Sin embargo, la demanda desborda esa capacidad. Según Herman Peinado, jefe de trasplantes de Riviut, en un lapso de 10 años al menos 60.000 diabéticos llegarán a necesitar diálisis o trasplante de riñón. Eso representa el 30% de los 200.000 enfermos en Santa Cruz. El trasplante, la única alternativa a la diálisis, demanda un promedio de $us 20.000, sin tomar en cuenta el tratamiento posterior que llega a costar $us 500 al mes.
A esto hay que sumar los pacientes que también necesitan diálisis y trasplantes de riñón, a causa de otros males, principalmente la hipertensión.
“Actualmente se realiza un mínimo de 30 trasplantes por año en Santa Cruz, pero mucha gente se queda en la lista de espera. Lo ideal es que tengamos un donante por semana que permitiría salvar dos vidas, teniendo en cuenta los dos riñones”, explica la coordinadora regional de trasplantes del Sedes, Dolly Montaño.
Advierte que el avance de la diabetes es alarmante, sobre todo en las personas mayores de 40 años que no le dan la importancia necesaria, y admite que “existen campañas de prevención, pero no son lo suficientemente sostenibles”.

Trabajan en prevención en colegios
La Dirección Municipal de Salud intenta atacar los problemas de salud desde los colegios. Desde este año está distribuyendo a 246.000 estudiantes un desayuno escolar con menos grasa y más proteínas para evitar la obesidad, una de las causas de la diabetes. Así lo explica la directora de esa unidad, Rima Ribera, aunque admite que los productos vendidos en los quioscos de los establecimientos van contra este programa.
En el desayuno cambiaron los licuados de fruta por una ración líquida de leche natural (con menos azúcar) y yogur saborizado, además de néctar de fruta. Se incluyeron en la ración seca las masitas integrales con más fibra y las galletas con sésamo y chía, que poseen ácidos grasos omega 3, buenos para prevenir problemas cardiovasculares y triglicéridos.
Por otro lado, Ribera reconoce que en el tema de las diálisis no solo faltan equipos, sino también especialistas.

Una vida saludable

Hábitos al comer. Acostumbra a comer porciones más pequeñas, es una buena forma de perder peso. Puedes usar un plato más pequeño. Evita comer sin horario y deja a un lado la comida chatarra como las hamburguesas (foto), la comida en la calle, alimentos fritos o con mucha grasa. También evita los dulces, las masitas, los postres y el azúcar blanca.

Saludable. Prefiere comer carne de aves, como la de pollo, o de pescado. Siempre acompaña tus comidas con ensaladas o elige sopas. Incluye las frutas en tu dieta diaria y reduce al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas.

Agua. Bebe un vasogrande de agua antes de las comidas, espera 10 minutos y verás que tu deseo de comer ha disminuido.

Ejercicio. Practica la actividad física, como caminatas diarias o la natación. Comparte esta práctica con algún amigo para hacerla más agradable.

Controles. La Organización Mundial de la Salud aconseja realizarse un chequeo completo al menos una vez al año. Acostúmbrate a visitar a tu médico con cierta frecuencia para someterte a análisis de sangre, orina y presión. Así sabrás si tienes el riesgo de diabetes u otro mal.

Nueva tecnología para dar mayor calidad de vida
A Jorge le brillan los ojos al hablar de la nueva experiencia que le espera por vivir. A sus 53 años y después de haber sido sometido a un trasplante de riñón hace siete meses, ahora se apresta a ser el primer paciente en Santa Cruz que utilizará la llamada bomba de insulina.
“Será una maravilla, me voy a despreocupar del pinchazo, a veces estaba en la calle y tenía que volver para ponerme insulina. Esto me va a simplificar y me va a salvar la vida”, dice esperanzado en la nueva tecnología que llegará la primera semana de junio.
Jorge Viera Steimbach se recupera del coma diabético que lo dejó postrado una semana en la sala 208 de la clínica Incor. La diabetes se le manifestó hace años, pero reconoce que nunca fue disciplinado con su insulina ni con las comidas. “Bien nos dicen a los diabéticos ‘ladrones de freezers’, nos levantamos a las 2 o 3 de la madrugada para buscar qué comer”, dice con una sonrisa.
Este paciente es una de las 200.000 personas con diabetes, incluyendo niños, que hay en Santa Cruz.
La bomba de insulina Paradigm Veo entrega esta sustancia al cuerpo de forma continua, día y noche. Es lo más cercano que existe a un páncreas artificial. El equipo que se aplica en la superficie subcutánea de la piel proporciona microdosis (graduadas) de insulina cada diez minutos, explica Carlos Stutz, gerente general de SP Medical, empresa que proveerá de esta tecnología al mercado cruceño.
También se puede programar para que calcule las dosis que uno requiere cada vez que va a comer. En caso de hiperglicemia, cuando se eleva demasiado el nivel de azúcar, la bomba calcula y sugiere cuánta insulina poner e inmediatamente la suministra.
Otro de los beneficios de esta tecnología es que los pinchazos disminuyen. Los diabéticos, por lo general, deben pincharse una o más veces al día para suministrarse insulina. Este método tradicional no solo es un tanto doloroso e incómodo, sino que no es exacto en el nivel de la insulina necesaria y tampoco permite un monitoreo.
Otra novedad es el monitoreo continuo de glucosa Enlite, de uso médico, un dispositivo casi imperceptible, cuyo sensor, del tamaño de una pequeña aguja de insulina, es colocado en el vientre. Esto facilita el control de tres a seis días del nivel de glucemia (azúcar en la sangre) del paciente cada cinco minutos. Es decir, hasta 288 veces por día. Proporciona en un software información gráfica y digital que permite evaluar cómo ciertas comidas, actividades e insulina afectan a los niveles de glicemia, según el endocrinólogo Douglas Villarroel, director de la clínica Galene. Cuando se lo utiliza junto a la bomba de insulina conectado por bluetooth se le puede colocar alarmas que advierten del aumento o la disminución inesperada de la glicemia, permitiendo al paciente tomar decisiones oportunas sobre su tratamiento. También existe el monitoreo individual que puede ser utilizado por la persona de forma continua.
La bomba de insulina y el monitoreo de glucosa se lanzaron al mercado mundial el último año. Ambos equipos tienen garantía de cuatro años, el costo de la bomba es $us 5.700, más $us 203 mensuales por los insumos (set de infusión y reservorio).
Estos avances de la ciencia llegan a Santa Cruz de la mano de una alianza entre Galene y la clínica Incor.

Una atención más integral
El principal centro de trasplantes de riñón en Santa Cruz y con amplia experiencia en cardiología, la clínica Incor, ahora brindará una atención integral en diabetes y sus complicaciones, según su director, Alfredo Romero.
Un equipo de profesionales que se conformó hace 20 años ha logrado realizar 350 trasplantes de riñón, convirtiéndose en el primer centro de referencia en el país, dice.
“No hay que olvidarse que esta enfermedad afecta principalmente a los riñones, el corazón y las extremidades. Aquí también se podrán someter de forma segura a cateterismos cardiacos, angioplastias y cirugías coronarias, aparte de procedimientos en las arterias de las piernas, evitando el pie diabético”, explica.
La diabetes y la presión alta o hipertensión son dos de las principales causas de la insuficiencia renal crónica que obliga a los pacientes a someterse a diálisis o trasplantes.
En la Incor también se implantarán las bombas de insulina y los monitores de glucosa, tratamientos revolucionarios que mejorarán la vida de los pacientes, asegura Romero.

Apuntes

Impacto. La prevalencia de la diabetes en Bolivia es del 7,2% y en Santa Cruz del 10,7% .

Tratamiento. Solo la mitad de los afectados conocen y tratan su enfermedad. Un 30% de las personas no hace ningún tipo de tratamiento y la mayoría que lo hace tiene poco control metabólico.

Secuelas. En Santa Cruz la diabetes causa cerca del 50% de amputaciones de miembros inferiores. Esta enfermedad es la primera causa de ceguera no traumática del adulto.

Muerte. El 75% de los diabéticos muere de enfermedad coronaria (infarto del miocardio). También son frecuentes las embolias. Dos tercios de las personas con diabetes tienen complicaciones crónicas.

Otros avances

Accu Chek. Permite la obtención indolora de sangre de la yema del dedo para medir el nivel de glucosa. Si gradúa la punción.

Glucagen Hypokit. Inyección de acción inmediata ante un severo bajón de azúcar (hipoglicemia).

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