lunes, 30 de mayo de 2011

Para prevenir el resfriado común

Es muy importante aclarar que las personas menores de 10 años pueden presentar una media de 100 infecciones respiratorias desde el nacimiento. Eso significa que es normal que los niños tengan entre seis y ocho resfríos por año, y que esta frecuencia aumente cuando asisten a guarderías o durante los primeros años de la escuela.
La etiología del resfrío común es principalmente de origen viral, las cinco familias más conocidas son los mixovirus, paramixovirus, adenovirus, picomavirus y coronavirus. Pero el rinovirus es el responsable de más del 30% de todas las infecciones agudas en niños y adultos, ya que existen más de 100 serotipos circulantes en el medioambiente.
El resfrío tiene un periodo de incubación de uno a dos días y es más contagioso en el tercer y cuarto día, por lo que debemos evitar el contacto principalmente con los niños pequeños, que son los más afectados durante la época del invierno y al inicio de los cambios bruscos de temperatura.
Los síntomas que presentan los niños son variables:

• La fiebre es más frecuente en niños de tres meses a tres años de edad, y puede presentarse horas antes de los otros síntomas y persistir por unas 72 horas.

• Rinorrea. Los mocos en la nariz, que en la primera fase tienen una consistencia acuosa, después pueden ser espesos y estar acompañados de congestión nasal y estornudos.

• Tos. Puede ser desde leve hasta intensa, interfiriendo el sueño, la lactancia o la alimentación del niño. Puede estar acompañada de flemas, expectoración, lagrimeo y hasta congestión ocular.

• En los lactantes pequeños debemos tener mucho cuidado, porque puede haber compromiso del estado general, rechazo del alimento, decaimiento e incluso síntomas digestivos, como vómitos y deposiciones blandas.
Cuidados que debemos tener con el niño enfermo:

1. Colocar el niño congestionado en posición semisentada, con la cabecera elevada para aliviar su respiración.

2. Aplicar suero fisiológico en las fosas nasales para lavar las secreciones, esto cuando sea necesario, principalmente antes de las comidas y antes de dormir.

3. Dar abundantes líquidos , ya que estos fluidifican las secreciones, pero debe ser en pequeñas cantidades y con frecuencia, para evitar los vómitos.
Algo que todos debemos recordar es que no existen tratamientos curativos para el resfrío, todos los tratamientos utilizados son para mejorar los síntomas. La prevención con vacunas que previenen la gripe o las bacterias que provocan neumonías es muy importante ya que, dependiendo de la inmunidad del niño, pueden aparecer como una complicación.

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