miércoles, 20 de julio de 2011

CONJUNTIVITIS. INFECCIóN EN LOS OJOS

Salud. Ojos con infección

REVISTA CONSUMER



Picor, escozor, quemazón, lagrimeo, ojos enrojecidos y fotofobia son algunas de las señales inequívocas de sufrir conjuntivitis o

inflamación de la conjuntiva, una membrana mucosa muy fina que tapiza interiormente los párpados y se extiende a la parte anterior del globo del ojo. Su función es conferir protección a los ojos, ya que están expuestos de manera continua al ambiente externo. Esta inflamación puede originarse por distintas causas y ser de origen infeccioso, alérgico o irritativo por contacto con ciertos productos.



TIPO DE CONJUNTIVITIS

Las conjuntivitis infecciosas se caracterizan por una hinchazón en los párpados y secreciones o lagañas, además de los síntomas típicos de este problema ocular. Pueden estar provocadas por virus, bacterias u otros microorganismos, como ciertos hongos o parásitos. Este tipo de conjuntivitis la padecen de manera frecuente los niños pequeños durante los dos o tres primeros años de vida. A estas edades gatean mucho, y es fácil que se infecten con bacterias y otros gérmenes que están en el suelo y después se lleven las manos sucias a los ojos y se los froten. Además, son ellos quienes suelen contagiar al resto de la familia. Las conjuntivitis alérgicas surgen por la exposición a los pólenes de las flores y los árboles. Y las irritativas se forman por la entrada de una partícula orgánica en el ojo, por contacto con productos químicos en el medio laboral, como ácidos y alcaloides, o con los productos de limpieza del hogar e higiene personal. Entre los primeros figuran la lavandina, los líquidos para fregar suelos, los desengrasantes y los jabones de limpieza más agresivos. Como productos de higiene personal destacan los champús, aunque la afección que suelen provocar es de tipo agudo y leve, así como los artículos cosméticos, aunque cada vez hay menos casos debido a la utilización cada vez mayor de productos de tipo hipoalergénico.

UN TRATAMIENTO PARA CADA TIPO

El tratamiento es tópico, salvo en contadas ocasiones, por lo que la medicación se aplica a través de gotas, geles oftálmicos, ungüentos y cremas.

Las conjuntivitis bacterianas se tratan con antibióticos, que se administran por medio de colirios tres veces al día, cada ocho horas, y durante diez días, si el ojo afectado está inflamado. No obstante, esta pauta no es estricta y puede variar en cada persona.

En general, estas afecciones víricas no se tratan, sino que las cura el propio organismo al fabricar anticuerpos contra el virus. Cuando las conjuntivitis son de tipo irritativo, hay que aplicar compresas frías sobre los párpados y evitar el agente que causa la irritación.

MÁXIMA HIGIENE, PASO A PASO

Los ojos afectados con conjuntivitis deben ser objeto de una cuidadosa higiene diaria. Cuando los ojos amanecen pegados por las legañas, se deben lavar de manera preferente con suero fisiológico, porque es estéril, aunque también se les puede aplicar manzanilla.

Para retirar las secreciones acumuladas por la infección, se recomienda utilizar gasas estériles y usar una para cada ojo, sobre todo en los casos en que la conjuntivitis sólo haya afectado a un ojo, con el objetivo de no contaminar el otro.

Es importante recordar que el lavado de los ojos no se debe realizar a cada momento porque la piel de los párpados se puede macerar por un exceso de lavado. Por lo tanto, es aconsejable efectuar estos lavados oculares tres veces al día y antes de cada aplicación de colirio.

Consejos para prevenir y tratar la conjuntivitis:

1. Para evitar la irritación ocular en piscinas, proteger los ojos con gafas, sobre todo en el caso de niños propensos a las conjuntivitis.

2. Colocar compresas frías sobre los párpados.

3. Si la conjuntivitis es irritativa, mejora a las 24 ó 48 horas. En el caso contrario, se debe acudir al médico.

4. Para prevenir las conjuntivitis alérgicas, se debe evitar el contacto con el alérgeno e, incluso, utilizar fármacos.

5. Con el fin de evitar las conjuntivitis infecciosas, hay que lavarse las manos con frecuencia y no tocarse ni frotarse los ojos sin habérselas lavado antes.

6. No compartir toallas ni pañuelos, sobre todo si se han utilizado para secarse las lágrimas.

7. Cambiar las almohadas a menudo, sobre todo si por la noche se ha producido cierto lagrimeo.

8. No tumbarse sobre la almohada de otra persona con conjuntivitis sin cambiar antes la funda.

9. Si se ha padecido conjuntivitis relacionada y se llevan lentes de contacto, hay que mantener una higiene máxima de los ojos y de las lentes, así como de su manipulación, que debe ser lo más escrupulosa posible.

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