domingo, 9 de octubre de 2011

Artritis: combátela de forma natural

De pronto comencé a sentirme muy cansada. Todo el tiempo tenía la sensación de haber subido una montaña y haberla bajado a tumbos. Decidimos (con mi esposo) que me hacía falta una revisión médica pensando que podría estar con anemia. Allí comenzó mi peregrinaje…”, cuenta Martha R. de Blanco en un párrafo de su libro “La artritis y la fe”, que más allá de relatar su travesía de la mano de Dios para superar esta enfermedad, ofrece datos muy útiles sobre la alimentación, los antiinflamatorios naturales, vitaminas, minerales y ejercicios, claves para paliar este mal.

De hecho, así fue. Martha primero acudió a un internista, luego al ginecólogo y después de unas semanas y de sentirse peor, llegó donde un traumatólogo que le pidió más exámenes. Así fue como le diagnosticaron AR (Artritis Reumatoide), enfermedad del sistema inmunológico.

El galeno le explicó que su especialidad no eran estas enfermedades y que debía acudir a un reumatólogo. Sin embargo, le aconsejó que en lo posible evite el tratamiento con corticoides.

Un sobrino de Martha, médico internista, le envió un estudio sobre EPT, un suero derivado de la toxina de las hormigas (Pseudomyrmex Triplarinus) de Palo Santo, árbol que hay en las regiones selváticas.

El Dr. Gunter Holzmann observó que los indígenas se dejaban picar con las hormigas como remedio para el reumatismo y decidió investigar. El resultado fue el bloqueador inmunológico EPT. Holzmann obtuvo la primera patente en EE.UU.

En ese momento, cualquier movimiento para Martha significaba un dolor intenso. Ya tenía todas las articulaciones hinchadas, los dolores se intensificaban y le costaba conciliar el sueño. Sin embargo, uno de los aspectos fundamentales que la ayudaba a sobrellevar la enfermedad y sus consecuencias, fue su inquebrantable fe.

INICIO DEL TRATAMIENTO

Martha encontró al médico que le podía hacer el tratamiento mencionado y el galeno le preguntó si había recibido corticoides, ya que si fuera el caso, el EPT no tendría ningún efecto. Afortunadamente, ella siguió fielmente, pese a sus terribles dolores, el consejo del médico que le dio el diagnóstico.

Una vez hecha la prueba de que no era alérgica al producto, comenzó con el tratamiento por 16 días consecutivos.

“¡Funcionó! Después de meses de malas noches, mi esposo y yo pudimos dormir…Se hizo más fácil seguir luchando, el EPT puso un freno a la inflamación. Continué con antiinflamatorios recetados por mi doctor, una cápsula diaria, pero mi esposo y yo investigamos sobre antiinflamatorios naturales y alimentos que ayudaban a mantener un equilibrio en el sistema inmunológico.

Mi médico me dio buenas esperanzas en ese sentido”, relata.


“LA FARMACIA DE DIOS”

“Dios ha puesto una farmacia natural en la creación, a la cual tenemos fácil acceso. Debemos tener en cuenta que hay que usarla con perseverancia y paciencia…La dieta de alimentos que consumimos puede estar a favor o contra de nuestra salud… comer para pelear contra la inflamación es lo mejor que se puede hacer por uno mismo”, asegura Martha.

En uno de los capítulos de su libro, menciona a detalle la importancia de incluir en la dieta las sustancias oleaginosas, esenciales para que las células se mantengan vivas.

“Son tres los tipos de sustancias oleaginosas que no son producidas por el organismo, por lo que es fundamental añadirlas a la dieta, estas son: Omega 3, 6 y 9. Su consumo ayuda no sólo a personas con artritis sino a quienes sufren alergias, cáncer, depresión, diabetes, piel seca, eczema, fatiga, afecciones del corazón, esclerosis múltiple, psoriasis e infecciones virales, entre otras.

El jengibre, apio, ajo, cebolla, preferentemente cruda, locoto, romero, piña, guinda, camote, cúrcuma (turmeric), son antiinflamatorios naturales que ayudan a bajar las inflamaciones de manera natural y milagrosa, según la rigurosa investigación que realizó nuestra entrevistada sobre el temas y por la experiencia de haberlas incluido en su dieta y haber notado cambios positivos.

“Personalmente me ayudó mucho a desinflamar los dedos de las manos, que los tenía muy hinchados y sin poder moverlos.

Recurro al alcohol de ajo periódicamente cuando siento que comienza el proceso de inflamación”, cuenta.

En su libro explica a detalle las formas de preparar cada uno de los ingredientes, verduras y frutas mencionadas.

ALIMENTOS

Después de haber investigado sobre los efectos de los alimentos en el organismo y sobre todo de quienes padeces algún tipo de artritis, Martha recomienda, como todo nutricionista, que se consuma muchas verduras y frutas, pescados, carnes sin grasas y cereales integrales, en contraste a las dietas con alto contenido de azúcar, harinas refinadas y aceites vegetales.

Asimismo, recomienda eliminar las bebidas gaseosas, porque debido al gas que contienen impiden al organismo la absorción del calcio y cuando éste está en deficiencia, el sistema inmunológico se paraliza por varias horas, dando lugar a que la enfermedad o cualquier otro mal ataque.

Por otro lado, recomienda utilizar azúcar sin procesar, es decir azúcar morena, la chancara, y como sustituto de ésta, también se puede utilizar miel de abeja sin procesar.

“Las personas que tenemos algún tipo de artritis no podemos consumir ningún tipo de alimento procesado que contenga sustancias químicas o que tenga un alto contenido de azúcar”, dice.

"Luche usando elementos naturales, trate todos los que le aconsejen, sea perseverante y le garantizo que gana”, le dijo un médico a Martha"


Importante

BUENOS Y MALOS

A continuación detallamos una lista de alimentos positivos y negativos del libro “La artritis y la fe”.

Positivos

• Verduras: Lechuga, espinaca, zanahoria, beterraga, coliflor, brócoli, vainitas, zapallo, camote, apio, cebolla, caroto, nabo, arvejas, arvejas chinas, ajo.
• Cereales: Avena, quinua, amaranto, arroz integral y linaza.
• Frutas: Plátano, piña, uva, manzana, durazno, papaya, fresas, moras, frambuesas, guindas, arándanos, almendras, nueces y pasas.

Negativos

• Todo producto procesado o en conserva.
• Papa especialmente frita o en chips.
• Azúcar blanca.
• Arroz blanco.
• Catsup.
• Harina de trigo, y todo producto preparado con harina blanca.
• Postres elaborados con azúcar.
• Gelatinas procesadas.
• Bebidas gaseosas.
• Bebidas dietéticas.
• Margarina.
• Grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas; tiene efectos tóxicos y deben ser eliminadas de la dieta.
• En general se debe utilizar mantequilla pero sin sal o aceite de oliva extra virgen, que es le menos procesado.

¡A HACER EJERCICIOS!

En un viaje que realizó a Hawai, Martha visitó un médico que la alentó y felicitó por combatir esta enfermedad de manera natural y le dio un consejo: “Cuando sienta dolor, muévase y no se quede quieta”.


Pese a que le fue muy difícil seguir este consejo porque algunos días estaba tremendamente adolorida, Martha cumplió el mandato y asegura que después de diez minutos de música alegre y baile, no sentía dolor.


Por ello, en su libro ha incluido también una serie de ejercicios diarios para paliar este mal que la aqueja desde hace 14 años, pero que ha logrado, pese a que a veces siente “dolorcitos”, superar gracias a que ha llegado a conocer en profundidad su enfermedad y todos los elementos naturales que mejoran la sintomatología.


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