lunes, 30 de enero de 2012

Osteporosis, ¿cómo prevenirla?

Entendiendo el problema

VÍCTOR CAMPOS

Al escuchar el término osteoporosis muchos suelen relacionar inmediatamente con gente mayor, pudiéndola definir como un adelgazamiento de los huesos.

En condiciones normales, el interior de nuestros huesos se asemeja a un panal. En esta enfermedad, los huecos del panal se hacen más grandes, adelgazándose la capa externa y más dura del hueso; lo que lo vuelve más débil y ocasiona que se pueda fracturar con mayor facilidad.

El crecimiento óseo alcanza su punto máximo cuando llegamos a los 25 años. A partir de esa edad comenzamos a perder masa ósea. Esta pérdida es mayor en las mujeres y en mayor medida después de la menopausia, y si a esto le sumamos el hecho de tener menor cantidad de masa ósea, podemos afirmar que presentan mayor posibilidad de padecer osteoporosis que los hombres.

Otros factores de riesgo, aparte del sexo, son: antecedentes familiares de osteoporosis, tabaquismo, alcoholismo, edad mayor de 45 años (edad promedio del último ciclo menstrual). Ooforectomía bilateral (intervención en la que se extirpan ambos ovarios) antes de los 45 años, inadecuado ejercicio físico, uso de esteroides más de tres meses e hipertiroidismo.

LA ENFERMEDAD ÓSEA MÁS COMÚN

MÁS CASOS EN LA MUJERES

Cerca de la mitad de todas las mujeres mayores de 50 años tendrá una fractura de cadera, de muñeca o de vértebras (huesos de la columna).

La osteoporosis se presenta cuando el organismo no es capaz de formar suficiente hueso nuevo, cuando gran cantidad del hueso antiguo es reabsorbido por el cuerpo o en ambos casos.

El calcio y el fósforo son dos minerales esenciales para la formación normal del hueso. A lo largo de la juventud, el cuerpo utiliza estos minerales para producir huesos. Si uno no obtiene suficiente calcio o si el cuerpo no absorbe suficiente calcio de la dieta, se puede afectar la formación del hueso y los tejidos óseos.

A medida que uno envejece, el calcio y el fósforo pueden ser reabsorbidos de nuevo en el organismo desde los huesos, lo cual hace que el tejido óseo sea más débil.

Esta situación puede provocar huesos frágiles y quebradizos que son más propensos a fracturas, incluso sin que se presente una lesión.

Por lo general, la pérdida ocurre de manera gradual en un período de años.

Una fractura inesperada

ALERTA A LOS PRIMEROS SÍNTOMAS

Puede suceder que usted no sepa que padece de osteoporosis hasta que un esfuerzo brusco, un golpe o una caída hacen que un hueso se fracture; ésta es la manifestación más aparatosa.

O también puede suceder que su estatura comience a reducirse o que aparezca dolor intenso de espalda o lordosis (desviación en la curvatura normal de la columna vertebral) a medida que las vértebras se debilitan y empujan unas contra otras.

Para evitar llegar a este punto lo ideal es someterse después de los 60 años a una sencilla prueba llamada densitometría ósea, mucho más recomendable en aquellas personas con factores de riesgo.

La densitometría ósea es una técnica diagnóstica indolora y segura que permite medir la densidad mineral del hueso, es decir, su contenido en calcio, por medio de los rayos X. Constituye la principal herramienta diagnóstica utilizada en la osteoporosis y de esta manera se puede determinar el riesgo de sufrir fracturas óseas.

Esta prueba puede servir para llevar el control de la pérdida ósea o la respuesta al tratamiento y para detectar la osteoporosis en su etapa más precoz e instaurar un tratamiento.

Las medidas más indicadas

TRATAMIENTOS MÁS UTILIZADOS

Esta enfermedad es tratable con dieta, ejercicio y fármacos. El consumo de calcio y la vitamina D suficientes son básicos, a través de productos lácteos como el yogur y el queso, además de pescado, verduras, pan y cereales.

Si esto no es posible su médico puede recomendarle comprimidos que contengan estos compuestos. Los tipos más habituales de preparados de calcio son el carbonato y el citrato cálcico. De estos le sugerimos si ya está en tratamiento no tomar más de 500 mg de una vez, pues las cantidades superiores no se absorberán; además de tomarlo junto a las comidas, las cuales no deberían incluir demasiada sal, carnes rojas, café, bebidas gaseosas o alcohol pues todos ellos pueden interrumpir la absorción del calcio. Otros medicamentos habituales en este padecimiento son los bifosfatos (el más conocido y utilizado es el alendronato) y la calcitonina, las cuales deberá utilizar de acuerdo con la indicación de su médico.

Para reducir el riesgo de esofagitis y aumentar la absorción del alendronato debe ser ingerido con agua abundante media hora antes del desayuno y permanecer erguido durante ese tiempo.

SI TENGO OSTEOPOROSIS ¿AHORA QUÉ HAGO?



Deberá seguir llevando una alimentación adecuada, con un aporte de calcio suficiente con los alimentos o con suplementos. El ejercicio físico debe estar acorde con su edad y deberá salir al Sol, por lo menos 30 minutos diarios, para estimular la síntesis de vitamina D (vitamina necesaria para la absorción del calcio a nivel intestinal).

Tome las siguientes medidas para disminuir el riesgo de caídas y sus consiguientes fracturas:

* Si no puede ver bien, hágase un examen visual y utilice los lentes que le prescriban.

* Si tiene problemas para caminar, emplee un bastón o una andadera.

* Coloque pasamanos en las escaleras si su casa tiene más de un nivel.

* Instale alfombras antideslizantes en la bañera y sitios donde agarrarse.

* Lleve zapatos con suela de goma sin tacones o con tacones lo más bajos posibles.

* Mantenga las habitaciones bien iluminadas durante el día y no camine si no ha encendido las luces en la noche.

LA PREVENCIÓN ES LO MEJOR

Los hábitos de vida saludables reducen el riesgo de padecer de osteoporosis. Hacer ejercicio con regularidad para fortalecer sus huesos y sus músculos y comer lo más sanamente posible evitando los excesos es de gran beneficio para la salud en general y para la prevención de esta enfermedad en particular.

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