viernes, 10 de febrero de 2012

Cómo prevenir la mastitis

Uno de los momentos más bonitos en la vida de una mujer es cuando amamanta a su niño, pero a veces puede surgir algún pequeño, aunque doloroso, inconveniente. Es el caso de la mastitis, una infección mamaria que la padece cerca del 20% de las madres durante el período de la lactancia.

Esta infección de uno o ambos senos, es provocada por la penetración de los gérmenes de la piel en los conductos glandulares de la mama. "La enfermedad generalmente tiene una evolución entre tres a cinco días, al tercero que se produce el proceso inflamatorio ya comienza la sintomatología", explica Jesús Imana, ginecólogo del Centro Médico Santa Cruz.

Grietas y falta de higiene. La mastitis puede originarse cuando en el pezón del seno se forman grietas o pequeñas heridas que son la puerta de entrada para los microrganismos que se introducen a través de la leche. Otro factor de las causas principales también es la falta de higiene, alerta el especialista "Sucede cuando la mamá se descuida al dar de chupar al bebé, utiliza el mismo sostén varias veces, no usa protectores o da de mamar al niño con las manos sucias", recalca.

Saber identificar. Según detalla el ginecólogo entre las sintomatologías que identifican una mastitis van desde el dolor del seno al dar de lactar al niño, enrojecimiento del área donde se localiza el proceso infeccioso, se siente calor local y dolor al palpar, "eso lleva a la consulta médica y a través de un examen físico de la paciente se determina el grado de complicación de la enfermedad", dice Imana.

Más allá del dolor. "Si no se la trata a tiempo la mastitis, esta puede provocar absceso mamario, que es cuando la bacteria ha vencido áreas del organismo y provoca pus; el primer paso es una mastitis y el segundo es el absceso mamario'", explica el médico.

En otros casos puede haber reagudización, "como hay un agente infeccioso se tiende a repetir el cuadro ya sea en la misma mama o en la otra, aunque generalmente es en la misma mama, pero en otro sector", manifiesta.

Tratamiento y prevención. En su mayoría, los tratamientos son de drenaje del absceso, lavados, y a veces es necesario hacer una limpieza quirúrgica. Sin embargo, es importante recalcar que la prevención es lo más adecuado, toda vez que vaya a dar de lactar al bebé lávese las manos, limpie el pezón del seno, utilice sostenes adecuados y limpios, use protectores de mama y no olvide de darle el pecho en los horarios indicados a su hijo.

La lactancia no debe ser suspendida

Según detalla el ginecólogo Jesús Imana, cuando se sufre un cuadro de mastitis lo más aconsejable es "Darle de lactar al niño en el pecho que no está infectado. La lactancia no se suspende salvo que el antibiótico que se va a utilizar sea contraindicado en esta etapa", dice. Para evitar la mastitis es importante darle de chupar al bebé sin dejar intervalos grandes en los horarios que ya está acostumbrado porque puede desencadenar en esta enfermedad.

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