miércoles, 16 de mayo de 2012

Ciencia para ver

Chris James logró ver los contornos de objetos por primera vez en 20 años luego de que los cirujanos le colocaron un chip visual durante una intervención que duró ocho horas. James, de 51 años y nacido en Wiltshire, sudoeste de Inglaterra, perdió la vista por causa de una retinitis pigmentosa y es uno de los dos pacientes que participaron de esta primera prueba en el Reino Unido, que comenzó en abril pasado.

Cirujanos del King's College Hospital de Londres implantaron detrás de la retina de esos pacientes un microchip de apenas tres milímetros, que transforma la luz que penetra en el globo ocular en impulsos eléctricos que el cerebro es capaz de reconocer.

La retina electrónica cuenta con 1.500 diodos fotosensibles que actúan como los píxeles de una imagen digital y transmiten esa información a través del nervio óptico, al que están conectados.

Una visión parcial
Los médicos precisaron que los dos hombres dieron muestras de una mejoría que “excedió todas las expectativas” en su visión. Según la descripción que hicieron los pacientes sobre su experiencia, el dispositivo les permite percibir "flashes de luz", más que una visión convencional, algo que, por el momento, les facilita ver objetos de color blanco sobre un fondo negro.

James, que trabaja para el concejo municipal de Swindon, recibió el diagnóstico de retinitis pigmentosa cuando tenía 20 y pico de años. Desde entonces, su vista se deterioró gradualmente hasta que quedó ciego en su ojo izquierdo y solo podía distinguir alguna que otra luz en el derecho . Nunca pudo ver a su esposa Janet, con quien está casado desde hace siete años.

“Esto no es una cura, pero me ayudará a poner al mundo en alguna perspectiva. Me va a permitir tener algunas imágenes en lugar de ver el mundo solo en negro. Janet está entusiasmada porque nunca la vi”, contó James.

El otro paciente es Robin Millar, de 60 años, productor musical de Londres.

“Desde que me activaron este dispositivo puedo detectar la luz y distinguir los contornos de algunos objetos, lo cual es alentador. Hasta soñé en colores muy vívidos por primera vez en 25 años. Una parte de mi cerebro que se había dormido despertó ahora”.

Producción internacional
El dispositivo es un chip (ver Infografía) similar a la cámara de un celular y tiene 1.500 elementos sensibles a la luz que reemplazan a las células dañadas del ojo del paciente.

La operación comienza con la colocación debajo de la piel, detrás del oído, de una fuente de energía . Los cirujanos implantan luego el chip, de 3 x 3 milímetros, a través de una pequeña solapa en la retina en la parte trasera del ojo.

Hay otros diez pacientes británicos que se van a someter a esta operación de prueba, liderada por Tim Jackson, cirujano especialista en retina en el hospital King’s College, y Robert MacLaren, de igual especialidad en el hospital de ojos de Oxford.

“Todos estamos encantados con los resultados”, dijo MacLaren.

Artesanía y turismo
Por su parte, Tim Jackson, cirujano en el King's College Hospital, subrayó que el tratamiento se encuentra todavía "en las primeras etapas", si bien está destinado a "mejorar en gran medida la vida de las personas con retinitis pigmentaria".

Los responsables del estudio, en el que se implantarán chips similares a otros diez pacientes británicos, indicaron que esta tecnología podría adaptarse en el futuro para tratar formas más comunes de ceguera progresiva.

Hasta el momento; sin embargo, solo se ha probado en pacientes con retinitis pigmentaria, una condición hereditaria que afecta a uno de cada 4.000 europeos.

El dispositivo electrónico está fabricado por la compañía alemana Retina Implant AG, que comenzó los primeros tests sobre pacientes en 2010.

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