La venta de riñones no tiene control y cuesta entre $us 5 mil y 10 mil

“Una vez me atreví y llamé. Me pidieron 8 mil dólares por su riñón y me desanimé porque es mucha plata. No hay nadie que te done sin ningún interés a menos que sea de tu familia”, afirmó Arturo Paredes Pereira, de 23 años, uno de los enfermos renales que hace su tratamiento de hemodiálisis en el hospital Viedma.

La venta de riñones en Cochabamba y Bolivia no tiene control ni sanción. La oferta de este órgano la hacen mediante anuncios pegados en las paredes y los postes de algunos hospitales públicos y privados, en las universidades, lugares públicos, farmacias, medios impresos y a través del Internet. “Vendo riñón ORH+”, dice un anuncio en la puerta principal del hospital Viedma.

OPINIÓN se contactó con algunos ofertantes quienes solicitaron desde 8 mil a 10 mil dólares. Algunos pacientes del Viedma indicaron que debido a la “desesperación” por “una nueva vida” respondieron a esos anuncios y les pidieron entre 5 mil a 10 mil dólares.

En otros departamentos la oferta sube a 12 mil y 15 mil dólares.

A pesar de que existe una ley, la 1716, que prohíbe la venta de riñones hay un mercado negro de órganos que está impune y aprovecha de la enfermedad de las personas.

La Ley 1716 de Donación y Trasplante de Órganos ampara la donación de órganos con fines terapéuticos, en vida o después de la muerte, pero debe ser realizada de manera gratuita.

Sin embargo, los traficantes de órganos evaden la ley y ofrecen uno de sus riñones generalmente por problemas familiares, por deudas o simplemente para mejorar su situación económica, como indican los anuncios de Internet.

En Cochabamba más de 400 enfermos crónicos renales esperan la donación de un riñón y para la mayoría de los pacientes el dinero que tienen sólo le alcanza para pagar el tratamiento de diálisis y comprar un riñón es como un sueño inalcanzable en vida.

Es el caso de Bonifacia Gutiérrez Achá (47) que a la edad de 25 años se enteró que tiene insuficiencia renal. Debido a su enfermedad no se casa ni tiene hijos y perdió la esperanza de un transplante. Actualmente, trabaja en una casa en labores domésticas, pero sólo le pagan Bs 350.

“Estoy completamente sola y no hay nadie que me done su riñón y no puedo pagar el laboratorio (de histocompatibilidad). Hasta donde se pueda voy a estar con la hemodiálisis”, comentó Gutiérrez mientras aguardaba sentada en la sala de hemodiálisis del hospital Viedma, junto a otras cuatro personas.

La salud de Gutiérrez se deterioró en los últimos meses y por ello necesita el tratamiento de hemodiálisis tres veces a la semana. Cada sesión le cuesta entre Bs 165 a 200 dependiendo a los medicamentos que necesite.

Una Fundación le cobra Bs 24 por cada sesión, sin esa ayuda no podría continuar con el tratamiento.

Según el representante de los enfermos renales del hospital Viedma, Ramiro Isaías Santa Cruz, un enfermo renal puede vivir hasta la vejez siempre y cuando siga el tratamiento y lleve una vida sana.

Reconoce que hay tráfico de riñones y lamenta que no se pueda detectar y sancionar porque es un “negocio reservado”.

“La gente dice que te quiere donar, pero en realidad te vende. Hay personas que han comprado, pero es casi imposible saber quiénes son porque ellos dicen que son parientes”, indicó Santa Cruz.

En los pasillos del hospital Viedma, donde los pacientes renales esperan su tratamiento, guardan un sinfín de historias de coraje, de sobrevivencia y deudas, de hombres, mujeres y jóvenes que desconocen si al día siguiente podrán pagar su hemodiálisis, si seguirán con vida o podrán acceder a un transplante de riñón.

Una enfermedad costosa

Cada paciente renal que hace su tratamiento en el hospital Viedma gasta mínimamente al mes Bs 600 por la hemodiálisis mientras que en otros hospitales y clínicas tiene un costo aproximado de Bs 5 mil.

Un enfermo renal requiere entre uno a tres tratamientos que tiene un costo de Bs 150 por sesión pero el precio puede subir si el paciente requiere medicamentos. La hemodiálisis permite que la sangre fluya a través de un filtro especial que elimina los desechos y los líquidos innecesarios. La sangre filtrada se devuelve luego al cuerpo. La eliminación de los desechos dañinos, la sal y los líquidos innecesarios ayuda a controlar la presión arterial y a mantener el equilibrio adecuado de sustancias químicas en el cuerpo, como el potasio y el sodio. El hospital Viedma cuenta con 13 máquinas que hemodializa a 39 pacientes al día, de lunes a viernes, en tres turnos, y los sábados a 26, en dos turnos.

Hay 58 enfermos en la lista de espera aguardando su incorporación al Programa Renal para beneficiarse de la subvención en los costos de la hemodiálisis.

Opiniones.

Ramiro Santa Cruz

Rep. enfermos renales hospital Viedma

La sala de hemodiálisis del hospital Viedma ha colapsado porque ya están 103 pacientes con tratamiento y en lista de espera hay cerca de 50 pacientes que quieren entrar al Programa Renal porque la enfermedad es muy cara, pero el Ministerio de Salud ayuda pero sólo a los que están en hospitales públicos.

Arturo Paredes Pereira

Estudiante

Nací con esta enfermedad. Ahora tengo 23 años pero mis padres se dieron cuenta cuando tenía 2. Es una enfermedad muy dolorosa, costosa y sacrificada, no se puede ser una persona normal.

Mis dos hermanos menores también están enfermos, por el momento están bien.

Me hicieron un transplante pero mi cuerpo lo rechazó por falta de medicamentos.

Bonifacia Gutiérrez A.

Trabajadora del hogar

Al principio vivir con esta enfermedad fue feo pero después me fui acostumbrando.

Me dolía al orinar y fui a todas las clínicas y ninguna sabía qué tenía. Después en una junta médica me dijeron que tenía seis meses de vida y me quedé a esperar la muerte pero nada. Un doctor se dio cuenta de que estaba enferma de los riñones.

Vereniz Martínez S.

Estudiante

Somos cinco hermanos y para nosotros ha sido muy difícil saber que mi padre es enfermo renal. Vinimos a Cochabamba desde Camiri sólo por el tratamiento porque allá es muy caro. En Santa Cruz nos pidieron 100 dólares por hemodiálisis y aquí nos sale como Bs 200.

Vamos a hacer el transplante, soy la donante.