martes, 24 de julio de 2012

Síndrome piriforme, una lesión casi insoportable Cuando el dolor “quema” las piernas y los glúteos del atleta

El dolor ciá­tico puede pro­ducirse por compresión del nervio ciá­tico por el músculo pi­ri­forme (pi­ra­midal). El músculo pi­ri­forme se ex­tiende des­de la su­perficie pél­vi­ca del sa­cro al borde superior del trocánter ma­yor fe­mo­ral y, du­rante la ca­rre­ra o la sedestación, puede com­primir el nervio ciá­ti­co en la zo­na donde el nervio sale bajo el pi­ri­for­me para co­locarse so­bre los músculos ge­me­los y ob­turador in­terno.

Es uno de los dolores que se irra­dia en toda la región glútea, por lo que se confude con pro­ble­mas de ori­gen lum­bar y se re­la­cio­na con el “sín­dro­me pi­ri­for­me”, un músculo si­tua­do en la pro­fundidad del glúteo máxi­mo y que hace par­te de los grupos ro­ta­dores de la cadera.

El músculo pi­ri­forme se ex­tiende des­de la su­per­fi­cie pél­vi­ca del sa­cro al borde superior del trocánter ma­yor fe­mo­ral (ca­be­za fe­mo­ral). Su función prin­ci­pal es la de mover el muslo para el mismo la­do externo del cuerpo y/o producir una rotación externa, igual­mente pa­ra el mis­mo lado del muslo en mo­vimiento.

Es decir, rotación ex­ter­na y/o abducción. Un ejemplo típico se da cuando un ju­gador de fútbol lanza la bola con el pie iz­quier­do pa­ra un compañero que esté de su lado iz­quier­do.

Junto con los músculos ge­melos, su­perior e in­ferior, ob­tu­radores, in­terno y ex­terno y el cua­drado fe­mo­ral, el pi­riforme ayu­da a man­tener la cabeza del fé­mur gi­ran­do dentro de la gran ca­vidad de la cadera lla­mada de acetábulo. La misma función de los man­gui­tos ro­ta­to­rios, que es man­tener la cabeza del hu­mero (hue­so del bra­zo) den­tro de la ca­vi­dad glenoidea.

SÍNTOMAS Y SIG­NOS

El dolor crónico pun­zan­te, que­man­te o con en­tu­me­ci­mien­to nace en la nalga, pe­ro se puede irradiar si­guien­do el tra­yecto del ner­vio ciático hacia abajo por toda la ca­ra pos­te­rior del muslo y la tibia y por la ca­ra anterior de la tibia. El dolor suele ser crónico y em­peo­ra cuando se presiona el piriforme con­tra el nervio ciá­tico (por ejem­plo, mien­tras se está sen­tado en el inodoro, el asien­to del co­che o un sillín de bicicleta es­trecho, o du­rante la ca­rre­ra). A di­fe­ren­cia del do­lor piriforme, la compresión del nervio ciá­tico por ma­te­rial discal sue­le acompañarse de dolor lum­bar, en es­pe­cial durante la extensión lum­bar.

DIAGNÓSTICO

Es esencial una exploración fí­sica me­ti­cu­lo­sa para rea­li­zar el diagnóstico. La maniobra de Frei­berg (rotación me­dial forzada del muslo ex­ten­dido) pone en tensión el músculo pi­ri­for­me, pro­du­cien­do dolor. La maniobra de Pace (abducción de la extremidad afec­ta­da) des­pierta el dolor en el pa­cien­te sentado. Para la maniobra de Beatty, el pa­ciente yace en una camilla sobre el lado no afectado. Se coloca la pier­na afec­ta­da por detrás de la no afec­ta­da con la ro­di­lla flexionada sobre la ca­mi­lla. Al elevar la pierna unos cen­tímetros se­parándola de la camilla se pro­du­ce do­lor en la nal­ga. Para la prue­ba de Mir­kin, el pa­cien­te debe estar en bipedestación, manteniendo las ro­dillas rec­tas e in­clinán­dose len­ta­men­te ha­cia el suelo. El explorador debe pre­sio­nar sobre la nal­ga en el lu­gar donde el ner­vio ciático cruza al músculo pi­ri­for­me, pro­du­cien­do dolor que comienza en el punto de contacto y se extiende hacia abajo por la ca­ra dorsal del muslo. Tam­bién se puede producir dolor durante la exploración pél­vica o rec­tal.

TRATAMIENTO

El paciente de­be dejar de correr, montar en bicicleta o realizar cual­quier actividad que produzca el do­lor. Un pa­ciente, cuyo dolor empeora al estar sen­ta­do, debe le­van­tarse de in­mediato o, si es incapaz, de­be cambiar de postura pa­ra elevar el área dolorosa del asiento. Los ejer­cicios de es­ti­ra­mien­to, aunque se recomiendan con fre­cuen­cia, son be­ne­ficiosos en pocas oca­sio­nes, y cual­quier mo­vi­mien­to que eleve la rodilla contra re­sis­ten­cia suele em­peorar los síntomas. La inyección de cor­ticoides en la región don­de el músculo piriforme cru­za el nervio ciá­tico suele pro­ducir me­jo­ría, pre­su­mi­ble­mente por reducción de la grasa que ro­dea el músculo, re­du­cien­do la pro­babilidad de compresión del nervio.

La reeducación pos­tural pue­de ser ne­ce­sa­ria en caso de que sean de­tectadas asi­metrías en la cadera, lo que suele ser responsable por diversos pro­ble­mas, yen­do desde el pie hasta el cuello, ya que esta im­por­tan­te articulación hace parte de una cadena ciné­tica ce­rra­da.

PARA ENTENDER MEJOR

Ciático Perteneciente o relativo a la cadera. Es el nombre de un nervio que atraviesa por la parte inferior de la columna.

Sacro Perteneciente o relativo a la región en que está situado el hueso sacro, desde el lomo hasta el cóccix.

Trocánter Prominencia que algunos huesos largos tienen en su extremidad, y es­pe­cial­mente la de la protuberancia de la parte superior del fémur.

Sedestación Posición del cuerpo estando sentado.

Lumbar Perteneciente o relativo a los lomos y caderas.

Bipedestación Posición de pie.

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