domingo, 9 de septiembre de 2012

Infertilidad masculina ¿Por qué no puedo ser padre?

INFERTILIDAD MASCULINA

Incremento de casos

La escena se repite en la mayoría de las clínicas especializadas en fertilidad: cada vez más varones acuden con su pareja a los centros de reproducción asistida para consultar si el problema está en el varón o en la mujer.

"Vemos cada vez más casos en los que el factor es masculino, del mismo modo que van en aumento las causas de infertilidad en el hombre, relacionadas todas ellas con la calidad de su semen". Para el doctor argentino Nicolás Garrido, especialista en andrología del Grupo IV I (Instituto Valenciano de Infertilidad), hay al menos cuatro factores que pueden mermar la capacidad reproductiva del varón y dificultar la posibilidad de ser padre de modo natural.

1 ) problemas

Bajo recuento espermático

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el recuento normal de espermatozoides en el eyaculado del varón es de 20 millones por milímetro de semen. Si la mujer es especialmente fértil, se puede lograr la concepción con valores menores de lo contrario se necesitarán valores mayores para la fecundación.

Por suerte, en los casos de apenas espermatozoides o de necesidad de valores más elevados de los disponibles, las técnicas de reproducción asistida pueden resolver este problema mediante Fecundación in Vitro (FIV) o la Inyección Intracitoplasmática (ICSI). Cuando no existe ningún espermatozoide en el eyaculado existen otras técnicas, como las biopsias testiculares.

Falta de movilidad

Los parámetros de movilidad normales se basan en la llamada "movilidad progresiva", hay varones que tienen niveles de movilidad muy bajos. En estas situaciones hay que recurrir a alguna de las técnicas mencionadas en el anterior supuesto: FIV o ICSI, según los casos. Las causas de esa escasa o nula movilidad pueden ser ocasionales (infecciones) o permanentes (ligados a alguna condición genética).

2) anomalías genéticas

Se pueden dividir en dos: anomalías genéticas en los cromosomas o genes y anomalías que sólo afectan a la línea germinal del varón, o sea, a sus espermatozoides. En función del tipo de alteración se puede producir una gradación de acontecimientos: imposibilidad de embarazo, aborto, muerte fetal prematura, inducción de problemas genéticos en el niño...

Este aspecto está hoy en día muy bien controlado mediante el estudio del cariotipo (conjunto de cromosomas) en el varón, la técnica FISH en los espermatozoides (hibridación in situ fluorescente) y otras pruebas para las enfermedades genéticas más comunes que podría transmitir el padre al hijo y, así, poderlo evitar.

El DGP (Diagnóstico Genético Preimplantacional) es una técnica clave para erradicar este tipo de anomalías en la descendencia, pues diferencia los embriones sanos de los que no lo son antes de ser transferidos al útero materno.

3) Factores idiopáticos o desconocidos

Están los casos de infertilidad masculina en los cuales se ignoran los motivos que evitan la unión del óvulo u ovocito con el espermatozoide para dar lugar al embrión.

4) Factores externos

Algunos de los aspectos que pueden influir están:

Malos hábitos alimentarios

La obesidad, el sobrepeso y los malos hábitos alimentarios están relacionados con una menor producción de espermatozoides. Una dieta pobre en antioxidantes (vitaminas E, A, C, B-12, carnitina, arginina, selenio, etc.) actúa negativamente sobre el ADN espermático.

Consumo de alcohol

El consumo excesivo de alcohol, además de causar daño en múltiples órganos del cuerpo humano, también actúa sobre el eje hipotálamo-hipófisis-testicular. Los niveles de testosterona se ven afectados, así como la calidad y cantidad de los espermatozoides.

Tabaco

El tabaco, unido al consumo excesivo de alcohol, no suma, sino que multiplica los efectos negativos sobre el sistema reproductor masculino. El tabaco afecta, como el alcohol, además a la calidad y cantidad de los espermatozoides. Todo ello va relacionado con el número de cigarrillos diarios y con el tiempo que se esté fumando.

Consumo de drogas

La marihuana es la droga más consumida en todo el mundo. Contiene al menos 20 activos cannabinoides y los estudios han demostrado que altas dosis de esta droga (8-20 cigarrillos/día) se asocian a una disminución significativa en la concentración, motilidad y alteraciones en la morfología espermática.

Estrés

El efecto del estrés cotidiano también se ha estudiado sobre si influye en el varón para concebir un hijo. En varones sometidos a situaciones muy traumáticas y puntuales de estrés la calidad de los espermatozoides se ve seriamente alterada.

En las parejas sometidas a técnicas de reproducción asistida, que pueden estar sometidas a una gran carga de ansiedad y estrés, también se puede dar este hecho y es muy importante la ayuda psicológica.

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