miércoles, 21 de noviembre de 2012

Orzuelos. No son peligrosos, pero sí molestan. Las causas son falta de higiene o fallos en la visión.

Es un tipo de infección en el ojo. Pero no se asuste, los especialista indican que no tiene un origen maligno. El orzuelo, más conocido como suso, es una infección de las glándulas de neuvonio, que están ubicadas en el borde los párpados, tanto inferior como superior. Es así que estas protuberancias pueden salir en cualquiera de los párpados, explica el oftalmólogo Rodrigo Paz Montero.

Cuestión de higiene. Las glándulas anteriormente nombradas producen un aceite que ayuda en la calidad de la lágrima. En realidad se considera a este aceite como una capa de la lágrima, que evita que se evapore rápidamente. Esta alteración, reitera el profesional, se produce a raíz de una infección que puede ser porque el niño se lleva la mano al ojo sin antes lavarse o porque necesite lentes. "Así también pueden ser alteraciones anatómicas o congénitas", precisa.

A veces se precisa de operación. El profesional señala que en algunos casos se necesita de intervención quirúrgica, proceso en el que se retira la glándula que provoca el orzuelo y evita definitivamente una nueva aparición. De lo contrario, advierte el especialista, cuando se saca solo el contenido, se corre el riesgo de que reaparezca.

"El mismo puede salir en el mismo lugar o dañar las glándulas cercanas, produciendo así una cadena de dominó de orzuelo", explica el especialista.

Según Paz, generalmente se cura con paños calientes y pomadas. La tasa de éxito de estas medidas es muy alta cuando se hace el tratamiento en las primeras semanas de aparecer el orzuelo. "Si con ello el cuadro sigue se tiene que proceder a extirparlo", puntualiza.

El momento preciso. El médico recomienda no operar cuando el orzuelo esté demasiado inflamado, ya que se corre el riesgo dejar cicatriz. "Por ello es bueno esperar a que pase la 'fase activa' y recién realizar la intervención", indica. Agrega también que esta alteración, cuando seca, no tiene el mismo nombre, sino que pasa a llamarse chalasia.

Paz aclara que ninguno de los dos son peligrosos. "El principal riesgo es que aparezcan más orzuelos", por lo que aconseja no automedicar y consultar con un especialista. "Si no se puede ver rápido a un médico, se pueden utilizar compresas calientes, que en la mayoría de los cosos sirve para desinflamar", reitera Paz.

Otros factores. A la vez, el pediatra cirujano Juan Sandoval Vargas señala que los factores que inciden para la aparición son el polvo y la tierra. "El primer síntoma es la picazón. Si ello sucede es que existe algún problema. Los dos tienen la misma gravedad, solo que el interno es más molestoso", señala. "Así también se puede presentar por las bajas defensas y provocar una conjuntivitis", advierte.

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