A los trece años le diagnosticaron una enfermedad, que prácticamente lo obligó a recibir un trasplante de riñón de su hermano mayor hace más de 19 años. Desde entonces, el reconocido endocrinólogo Douglas Villarroel, ha trabajado durante más de una década en el área de donación y trasplantes de órganos, habiendo promovido el primer trasplante de hígado en Bolivia. Está involucrado activamente en actividades relacionadas a la diabetes. Ahora preocupado por el sobrepeso y sus enfermedades derivadas que sufre gran parte de la población, inauguró el centro “Adelgace" - Método Dr. Douglas, con el objetivo de ayudar a los pacientes con ansiedad de comer para que bajen de peso.
¿Cómo nace la idea de este nuevo emprendimiento?
D.V.: La idea nace hace un par de años conversando con un médico en los EEUU, que me comentaba las grandes dificultades que tiene este país para que la gente baje de peso. Y uno de los principales problemas que mencionaba era la presión que tienen al comer. Entonces aquí, veo que se da el mismo problema. En cada consulta me dicen... doctor tengo ansiedad para comer, siempre es lo mismo.
El paciente que llegue a la clínica ¿qué va a encontrar?
D.V.: Primero que es un lugar increíblemente confortable, el paciente será tratado desde todos los aspectos que tienen que ver con el sobrepeso, con nutricionistas, médicos, psicólogos para tratar la ansiedad, y la actividad física. Hay que ser consciente de que la gente en Santa Cruz, se mueve muy poco, no hace ejercicios, y para bajar de peso hay que seguir este plan.
¿Cuál es el enfoque del tratamiento?
D.V.: Gran parte del método de este tratamiento son las terapias de grupo, guiadas por psicólogos, para tratar el tema de la ansiedad al comer. Hay que tratar el enfoque que tienen las personas acerca de la comida. Hay gente que la vida se le pone difícil y come. Si usted, entra al cine y le dan una pipoca, aunque no tenga hambre, igual se la come. Comieron porque estaba ahí, eso... es lo que cambiamos y trabajamos en nuestro pacientes. Pero a la medida que el paciente está cambiando ese vínculo que tiene con los alimentos que lo hacen engordar, le damos su dieta de bajas calorías, lo que hace que bajen de peso, y eso los motiva a seguir cambiando. Una vez bajaron de peso, es más fácil trabajar sus mentes en terapias de grupo, tipo Alcohólicos Anónimos, para que no vuelvan a comer como antes, y así volver a engordar.
¿De esa manera se evita el efecto rebote?
D.V.: Sí, aunque el efecto rebote no existe como tal, sino es el efecto de volver a comer lo que se comía antes, uno baja porque comió menos, cualquiera puede bajar comiendo poco, pero no puede vivir toda su vida comiendo poco, entonces necesita cambiar, y eso es lo que le ofrecemos nosotros.
¿Qué porcentaje de peso puede bajar un paciente?
D.V.: La mujer baja del 5 al 7% su peso corporal total por mes. El hombre del 7 al 10%. Por ejemplo, una mujer de 100 kilos baja de 5 a 7 kilos por mes y un varón de 7 a 10 kilos. Una vez que bajó su objetivo de peso a perder, se la van subiendo las calorías gradualmente, hasta que reciba lo que tiene que recibir una persona normal y se les hace el tratamiento de mantenimiento. Si no hace mantenimiento puede volver a engordar.
¿Cuál es el procedimiento para lograr mantener el peso?
D.V.: Para eso es necesario hacer ejercicios con nuestro preparador físico, se le ofrece una actividad física adaptada para quienes no están acostumbrados. Lo ideal es hacer ejercicios 3 veces por semana, y controles médicos nutricionales uno a la semana. Así no hay cómo pelarle, es la tuti este método no hay nada similar en el país.
¿Cuáles son las enfermedades que aquejan a nuestra sociedad?
D.V.: Antes los problemas que preocupaban en Santa Cruz eran las diarreas, la desnutrición, el cáncer de cuello uterino, las mujeres que no se hacían el Papanicolau. Ahora más preocupan las enfermedades crónicas, las que no se contagian parecieran que se han vuelto epidémicas. ¿Cómo puede ser esto?... por eso hay tanta diabetes, y porque, si bien hay una carga genética, el estilo de vida es lo que ha cambiado, la gente no camina, come y bebe de todo. También está la obesidad, que deriva en hipertensión, lo que provoca enfermedades del corazón, embolia, diabetes, cáncer de colon, y lo mejor es tratarla, pero nadie lo hace.
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