sábado, 24 de agosto de 2013

La osteoporosis: ¿se puede prevenir?

La prevención en la osteoporosis juega un papel importante a la hora de considerar esta enfermedad; la corrección de factores de riesgo y la modificación de hábitos higiénico – dietéticos, son los pilares básicos a tener en cuenta.

La osteoporosis es una enfermedad en la que el hueso se vuelve más poroso, delgado y frágil, por lo tanto la resistencia mecánica a las fuerzas y tensiones que soporta diariamente, es mucho menor; aumentando el riesgo de sufrir fracturas.

La enfermedad afecta a una de cada cinco mujeres de más de cuarenta y cinco años, y a cuatro de cada diez de más de setenta y cinco años. De esta forma condiciona un problema socio-sanitario, ya que es la principal causa de fracturas óseas en ancianos y en mujeres después de la menopausia.

La prevención se realiza mediante la corrección de los factores de riesgo y la adopción de medidas higiénico – dietéticas adecuadas.

Hoy en día, contamos con análisis y estudios radiológicos que, aplicados al paciente, pueden identificar a aquellos que están sufriendo una rápida y acelerada pérdida de masa ósea, e instaurar un tratamiento lo más rápidamente posible.

El primer procedimiento para prevenir la osteoporosis consiste en lograr todos los requerimientos necesarios para alcanzar un buen pico de masa ósea, al llegar a la madurez esquelética, alrededor de los treinta y cinco años.

Para ello, durante la adolescencia y la juventud, se recomienda una ingesta adecuada de calcio con los alimentos o complejos vitamínicos, un ejercicio físico adecuado, la supresión del tabaco y alcohol.

De esta forma, si en la madurez ósea la reserva de calcio es suficiente, a pesar de la pérdida que se iniciará a partir de esta edad la carencia se notará de forma mucho más tardía.

La vitamina D es fundamental para la regulación del metabolismo del calcio. Una exposición al sol de 30 minutos al día es suficiente para estimular la producción en el organismo de cantidades adecuadas de vitamina D, y si esto no es posible se deberá recurrir a preparados farmacológicos que la contienen.

Por otro lado, después de la menopausia, con la disminución brusca en la producción de hormonas, principalmente de estrógenos, se acelera el metabolismo de calcio con pérdida del mismo; por ello a este grupo de mujeres se les recomienda aumentar la ingesta de calcio.

Los alimentos que más calcio contienen y son útiles en estos casos son la leche y sus derivados, especialmente el queso; en caso de intolerancia a los lácteos, se puede indicar reemplazarlos con sales de calcio. En algunos casos, es necesaria la medicación con estrógenos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario