jueves, 26 de septiembre de 2013

La osteomielitis puede terminar con tus huesos


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Preste atención a una caída de rodillas, herida profunda, incluso una faringitis, sinusitis o caries dental que no fueron curadas oportunamente ya que pueden ser algunas de las causas de un proceso infeccioso en los huesos que al no recibir tratamiento pueden provocar la muerte.

El traumatólogo Fernando Murillo conversó con Femenina para prevenir la enfermedad de la osteomielitis o infección del hueso, explicar sus causas principales, síntomas, tipos que existen y los tratamientos más recomendados según la fase en la que se encuentra esta patología.

CAUSAS

“La osteomielitis es una enfermedad del hueso que por lo general indica un proceso infeccioso inflamatorio en su interior, provocado por vía hematógena por alguna infección como la faringitis, sinusitis o caries dental de donde se desprende una especie de partícula infectada que ingresa en la sangre hasta llegar a la metáfisis (hueso esponjoso) en el cual hay un segmento en el que esta más marañada la circulación que se extiende en el hueso en profundidad y superficie”, explicó Murillo.

Por lo general, los niños sufren de caídas de rodillas constantes al momento de jugar o por algún tropiezo en la calle, pero en ocasiones esto puede ocasionar inflamación acompañada de una coloración rojiza alrededor del golpe y dolor agudo, en estos casos se debe realizar una serie de estudios para descartar que se trate de una osteomielitis.

“En el caso de la caries dental que en ocasiones produce abscesos en los dientes, bastará con que una pequeña partícula ingrese en vía sanguínea para que la infección comience a propagarse por los huesos más cercanos, hasta llegar a un punto de contaminación que no pueda ser controlado”, afirmó el traumatólogo.

SÍNTOMAS

El especialista aseguró que los principales síntomas son: dolor, inflamación y, como se trata de un proceso de infección, está acompañado de temperatura elevada o fiebre, en ocasiones el paciente no logra movilizar el brazo o pierna afectadas.

“En casos más avanzados puede existir una fistula que expulsa la materia, incluso se puede llegar a formar abscesos al interior del muslo, pierna, brazo y antebrazo, en cualquier parte, pero con más frecuencia en la metáfisis de los huesos largos como el fémur, tibia, húmero y rara vez en el cráneo”, explicó el especialista.

Esta patología puede presentarse desde el recién nacido hasta el adulto mayor, pero existen algunas condiciones que determinan la infección ósea, en especial en personas con defensas bajas, que están mal nutridas, que son proclives a todo tipo de infecciones como la bacteriana, viral o por hongos.

DIAGNÓSTICO

Según el traumatólogo existen diferentes gérmenes que atacan al hueso en la niñez, esto debido a un proceso infeccioso en las vías de respiración alta como en las neumonías provocadas por Staphylococcus aureus, entre otras. En algunos casos pueden estar encubiertas por una artritis y cuanto más joven es el hueso afectado mayor daño se ocasiona en el cartílago de crecimiento.

“Mediante exámenes de laboratorio, radiográficos y si aún se tiene mucha duda se práctica una centellografía ósea y resonancia magnética, para tener la certeza del diagnóstico que puede ser confundido con tumores, traumatismos, necrosis, infartos óseos y artritis séptica”, recalcó Murillo.

La enfermedad afecta de igual manera a mujeres y varones, pero en algunos casos es más frecuente en los varones, porque son mucho más traviesos que las niñas, pero se debe sospechar si el tobillo, rodilla o brazo están enrojecidos o calientes y si tiene limitación en el movimiento del miembro afectado.

TIPOS

La osteomelitis tiene tres fases en este proceso: el agudo, el secundario y el crónico, lo importante será determinar en qué etapa se encuentra para realizar el tratamiento oportuno y evitar que se propague por todo el organismo causando la mortalidad en algunos casos.

“En la fase aguda hematógena es la forma más frecuente de presentación en la infancia. La osteomelitis secundaria a un foco contiguo de infección como un traumatismo abierto, herida penetrante o herida quirúrgica infectada que evita la movilidad del miembro afectado. En la crónica se observa algunas secuelas del hueso infectado que se necrosa (tejido muerto) y para contrarrestar este proceso se retira el tejido, y si compromete la vida del paciente se amputa”, aseveró el especialista.

TRATAMIENTO

De acuerdo con el tipo de infección ósea, el primer paso es la dosificación de antibióticos para combatir la infección en los casos más leves. En el agudo, además de los fármacos, se procede a una limpieza quirúrgica del absceso al interior del hueso para drenar este contenido, en esos casos es obligatoria una intervención.

En una osteomelitis crónica se retiran grandes segmentos de hueso y se aplica la técnica de transporte de crecimiento óseo e injerto de hueso, pero existen otros casos más extremos en los que no es posible salvar el miembro y la vida del paciente está en riesgo, entonces se procede a la amputación porque existen infecciones incontrolables que amenazan con extenderse, sólo en estos casos extremos.

“Normalmente si la infección es controlada por la persona, puede vivir con ello, teniendo la precaución de asistir a su control médico y, desde luego, recomendando al paciente que se alimente bien para que sus defensas contribuyan a que esta infección ceda de alguna manera y se pueda mantener así”, finalizó Murillo.

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