jueves, 4 de septiembre de 2014

Los peligros de la meningitis bacteriana y viral

Fiebre elevada, vómitos y convulsiones son algunos de los síntomas que alertan sobre la presencia de una meningitis viral o bacteriana. Su peligrosidad de esta última radica en las secuelas que deja y en los altos índices de mortalidad que causa. La población más vulnerable son los niños y las personas de la tercera edad.

“La meningitis es la inflamación de la meninges que está compuesta por membranas de tejido conectivo que protegen el sistema nervioso central, éstas son: piamadre, aracnoides y duramadre, cuya función es proteger al cerebro de cualquier tipo de infección que provenga de otra parte del cuerpo”, explicó a Femenina el neurólogo Lucio Valda.

Esta inflamación es causada cuando una infección viral o bacteriana ingresa por algún orificio que penetra la meninge. En el caso de los niños, existe en la parte posterior de las fosas nasales un espacio, que en ocasiones demora en cerrarse y tiene relación con enfermedades en las vías respiratorias altas como: oído, nariz y garganta.

“En otros casos, la infección es por la vía sanguínea, cuando se producen procesos infecciosos intestinales y también por algún traumatismo en el cráneo, que logra desgarrar la meninges, por donde ingresa el virus o bacteria pasando a la vía faríngea, lo que provoca procesos infecciosos como amigdalitis y faringitis entre las más frecuentes”, aseguró el neurólogo.

El especialista dijo que cerca del 80 por ciento de las meningitis son de tipo viral y el 20 por ciento restante de origen bacteriano.

En el caso de tratarse de una inflamación provocada por virus, se la denomina encefalitis y si es de origen bacteriano cerebritis.

“Este 20 por ciento de meningitis de origen bacteriano puede ser mortal o, de lo contrario, dejar una serie de secuelas de por vida como el retardo mental, trastornos visuales y auditivos, paraplejia, hemiplejia y un compromiso serio en el sistema nervioso por la secreción purulenta que causa este problema”, alertó Valda.

SÍNTOMAS

Los signos más frecuentes que se presentan son intenso dolor de cabeza, fiebre elevada, convulsión, intolerancia a la luz, rigidez en el cuello, vómito explosivo, irritabilidad y somnolencia, pero en otros casos es un tanto difícil de identificar, especialmente si se trata de una meningitis de origen viral o bacteriana.

“Una de las formas más efectivas para determinar si se trata de una meningitis viral o bacteriana es realizar una punción lumbar para extraer líquido cefalorraquídeo. Muchas personas tienen miedo someterse a esta prueba, pero es muy importante determinar la causa.

Si se trata de una bacteria se debe proceder de inmediato con el tratamiento para evitar las posibles secuelas e incluso la muerte”, afirmó Valda.

POBLACIÓN AFECTADA

Por lo general, la población afectada por este problema son los niños menores de 5 años y las personas de la tercera edad, que tienen un bajo nivel de defensas y están propensas a un contagio.

Afortunadamente, existen vacunas para prevenir este problema, en el caso de los niños contra la meningococo, la influenza y la tuberculosis. Se debe tener especial cuidado con infantes y niños menores de 5 años, porque esta enfermedad puede comenzar con un cuadro gripal y posteriormente presentar complicaciones.

TRATAMIENTO

Si se determina que la enfermedad es de origen viral, no existe un tratamiento específico, en algunos casos se puede dosifi car antivirales y, dependiendo de cada caso, se verá la recuperación del paciente en un par de semanas sin mayores complicaciones.

Lo preocupante de la enfermedad es cuando se trata de origen bacteriano, porque es vital que se determine la bacteria que ha provocado el contagio, para la prescripción de un medicamento antibacteriano que contrarreste y tratar el problema de inmediato, para evitar secuelas irreversibles o incluso la muerte del paciente.

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