jueves, 16 de abril de 2015

Hemofilia, un mal que corre por las venas

Imagina hacerte una pequeña herida y que no pare de sangrar porque no coagula, o llenarte de hematomas (moretes) sin golpearte fuerte, pues esto es lo que pasa con las personas que tienen hemofilia, pero seguramente muchos no saben de qué se trata y menos si en Santa Cruz o en Bolivia hay personas que lo padecen. A propósito del Día Mundial de la Hemofilia, que se recuerda mañana, profesionales explican sobre esta enfermedad que no tiene cura.

Hemofilia. Es un mal hereditario que produce anomalías en la coagulación de la sangre, lo que hace que el paciente padezca hemorragias más prolongadas cuando tiene una herida. "Hay dos tipos: A y B. La más frecuente es la hemofilia A que se da por cada 5.000 nacimientos y la hemofilia B en cada 40.000 nacimientos", explicó el hematólogo Gerardo Rojas, responsable de la unidad de pacientes con hemofilia en el hospital del Niño.
Según el profesional, esta enfermedad está ligada al cromosoma sexual que hace que los hombres la padezcan y las mujeres sean portadoras (sin manifestaciones clínicas).

Síntomas. Los padres se pueden dar cuenta cuando el niño comienza a caminar y se le hace hematomas o cuando le ponen las primeras vacunas (a los 2, 4 y 6 meses) se observa sangrado excesivo en la zona donde colocaron la inyección. "Eso llama mucho la atención porque en algunos casos incluso se forman hematomas".

¿Qué pasa en la sangre? El proceso de la coagulación en una persona normal es que al hacerse una herida pequeña, se activa un mecanismo de coagulación que en tres minutos aproximadamente deje de sangrar; en una persona con hemofilia, ese mecanismo no se activa debido a la falta de una proteína (denominada: factor de coagulación 8 o factor de coagulación 9) y por ello no se forma un coagulo consistente. A raíz de esto, la persona mantiene un sangrado permanente donde ha sufrido la ruptura de un vaso sanguíneo.

¿Qué hacer? En ese caso, para detener el sangrado, debes hacer compresión en la zona afectada, colocarle frío local que puede ser con hielo y posteriormente se procede a colocarle el factor que le está faltando al paciente, ya sea 8 o 9.

Recomendación. Recién desde septiembre del año pasado comenzó a trabajar el laboratorio de diagnóstico de la hemofilia en el hospital del Niño y "en lo que va del año hay 70 niños diagnosticados con la enfermedad", aseguró Rojas y aconseja que si los padres notan algunos de los síntomas señalados, los lleven a hacer el diagnóstico temprano porque el paciente puede quedar hasta inválido por algún sangrado.

Tratamiento. Se realiza por un equipo multidisciplinario (especialistas en muchas áreas) que hacen la reposición del factor que le falta al paciente (sea el factor 8 o 9).

Existen productos fabricados, preparado especial (denominado factor de coagulación), pero son importados de otros laboratorios.

El director del Banco de Sangre, Yitzhak Leigue, indicó que ellos hacen el crioprecipitado, que es un preparado especial de plasma para estos pacientes. Tanto Rojas como Leigue coincidieron al afirmar que no es aconsejable recurrir a las transfusiones para tratar este tipo de enfermedad por los riesgos que conlleva

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