Aunque pueden parecer similares, existe una gran diferencia entre ambos. La falta de libido es la ausencia del deseo sexual, en cambio, la disfunción es la incapacidad para mantener el pene erecto para el acto sexual.
“Tienen las causas asociadas pero son situaciones distintas”, recalcó Chávez.
Por su parte, Figueroa destacó la importancia de realizar un minucioso diagnóstico e historial clínico. “Solo de esa manera se puede determinar con exactitud si es una disfunción a ser tratada por un urólogo o por un psicólogo; o de lo contrario, tal vez se trate de un tema de falta de libido”, explicó.
Las causas de la falta de libido se asocian con problemas de ansiedad, estrés, fatiga, así como conflictos en la relación. Aunque también se da por alteraciones hormonales como hipogonadismo, hiperprolactinemia y tiroidopatía.
Se calcula que un 20% de los varones lo experimenta.
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