sábado, 7 de noviembre de 2015

Niños intolerantes a la común lactosa

La lactosa es el principal azúcar (formado por glucosa y galactosa) contenido en los productos lácteos. Contribuye al desarrollo del sistema nervioso y a la absorción de calcio. Los niños que presentan intolerancia a la lactosa no poseen suficiente lactasa, la cual es una enzima esencial para digerir la lactosa.

La probabilidad de desarrollar una intolerancia a la lactosa es relativamente baja en los bebés. Se estima que este problema afecta a niños mayores de 3 años y se vuelve común a partir de los 5 años de edad. El artículo científico “About Lactose Intolerance” publicado en la Revista Kids Health menciona que la intolerancia a la lactosa tiene un componente hereditario y suele ser más frecuente en los infantes de origen hispánico, asiático o afroamericano.

SINTOMATOLOGÍA PARA DETECTARLA

Malestares

Cuando no es digerida, la lactosa permanece en el intestino y fermenta, debido a las bacterias presentes en el sistema digestivo. Esto ocasiona molestias muy importantes en los menores afectados. Entre los principales síntomas que genera la intolerancia a la lactosa, encontramos hinchazones, flatulencias, dolores estomacales y diarrea. Asimismo, algunos pequeños pueden sufrir vómitos. La intensidad y duración de los malestares varían en los niños según la cantidad de lactosa ingerida y la severidad de la intolerancia. Para reducir las incomodidades, se debe limitar la lactosa en la alimentación del niño.

Durabilidad

Algunas situaciones pueden modificar la producción de lactasa y causan una intolerancia pasajera. Es el caso de la gastroenteritis, infecciones o enfermedades crónicas que afectan al intestino. Toma en cuenta que estos problemas suelen acarrear molestias durante varios días. En cuanto a la intolerancia a la lactosa, es una afección que perdura a lo largo de la vida del paciente y requiere seguimiento médico para limitar los molestosos síntomas.

Diferenciar

Es esencial diferenciar la alergia a la leche de la intolerancia a la lactosa. La alergia consiste en una

reacción anormal del sistema inmunitario cuando está en presencia de las proteínas contenidas en la leche. Los síntomas son principalmente digestivos, pero pueden aparecer problemas cutáneos o respiratorios. Es necesario destacar que la alergia a la leche suele manifestarse en los primeros meses de vida. Por lo tanto, es sencillo diferenciarla de la intolerancia a la lactosa, la cual es más tardía. En caso de duda, acude a un médico con tu hijo para que le realice análisis de laboratorio. De esta manera, podrás saber con exactitud si el menor presenta alergia o intolerancia.

Profesionales

Si piensas que tu hijo sufre intolerancia a la lactosa, debes acudir a un médico para que ausculte al pequeño y le realice análisis. Luego, el profesional efectúa el diagnóstico y determina la cantidad de productos lácteos que puede consumir el pequeño sin sentir malestares. Asimismo, se recomienda consultar a un nutricionista para que te ayude a brindar una alimentación equilibrada y variada al niño a pesar de su problema de intolerancia.


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