jueves, 2 de junio de 2016

Cálculos biliares se pueden prevenir con ecografía anual

Cuando los fuertes dolores abdominales se presentan y los cálculos biliares, conocidos también como piedras en la vesícula, son diagnosticados no queda otra salida que una intervención quirúrgica de emergencia para retirarlos.

En esta situación arriesgar otros órganos como el páncreas que puede quedar afectado por los cálculos pone seriamente en riesgo la vida del paciente.

Llegar a este extremo, puede ser evitado identificando las piedritas a tiempo mediante una ecografía por lo menos una vez al año en las personas mayores de 35 años.

Los cálculos biliares son las pequeñas piedras que se forman en la vesícula, generalmente debido a un desequilibrio químico en la composición de la bilis. La bilis es producida por el hígado para ayudar a la ruptura de lípidos.

La directora de la Clínica Prosalud, Cristina Castro, manifestó que hay varios tipos de exámenes que se pueden hacer para identificar a tiempo la existencia de las piedras de vesícula y quitarlas luego en una cirugía programada.

Los exámenes que se pueden hacer son los de: ecografía abdominal, tomografía computarizada abdominal, colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, gammagrafía de la vesícula biliar con radionúclidos, ecografía endoscópica, colangiopancreatografía por resonancia magnética y colangiografía transhepática percutánea.

Asimismo, el médico también puede ordenar un examen de bilirrubina.

Castro manifiesta que las personas que más se deben hacer este examen son las que tienen diabetes y sobrepeso.

También mencionó que la intervención quirúrgica de emergencia por cálculos biliares es una de las más frecuentes que se realiza en nuestro departamento en personas adultas.

Más del 50 por ciento de las intervenciones quirúrgicas que se realizan en el centro por mes es de cálculos biliares.

“Esta patología es muy frecuente y puede ser prevenida simplemente realizando un control anual, pero a veces la gente no sabe esto y no lo hace”, mencionó Castro.

DOS TIPOS

Los cálculos biliares son depósitos que están dentro de la vesícula biliar y pueden ser de dos tipos: de colesterol o bilirrubina.

Los cálculos compuestos por colesterol son los más comunes.

Estos pueden ser tan pequeños como granos de arena o llegar hasta el tamaño de una pelota de golf.

Los cálculos compuestos de bilirrubina, que también se denominan pigmentarios se presentan cuando los glóbulos rojos se están destruyendo y hay demasiada bilirrubina en la bilis, explicó la profesional.

FACTORES DE RIESGO

Algunas personas están más predispuestas a desarrollar cálculos biliares, estas son; las mujeres que consumen la píldora anticonceptiva, la presencia de estrógenos en las mujeres, exceso de peso, baja de peso por cirugías, tener cirrosis, desórdenes del sistema digestivo tales como síndrome de la enfermedad de chron o de intestino irritable o tener antecedentes familiares de la enfermedad.

Causas y síntomas de las piedras en la vesícula

Hay personas que durante años pueden llevar consigo las piedras biliares sin darse cuenta porque no se presentan síntomas.

Cuando las piedras son medianas y pequeñas la posibilidad de la obstrucción biliar es mucho más frecuente y el síntoma es más evidente porque al taparse puede ocasionar dolores intensos.

La mayoría de los cálculos biliares es causada por el alto contenido del colesterol de la bilis.

La formación de los cálculos biliares de este tipo se debe al alto nivel de consumo de grasas saturadas que se connvierten luego en colesterol.

La presencia de las piedras puede empeorar el derrame de la bilis de la vesícula biliar, haciéndola estancarse.

Por otro lado, los cálculos de pigmento son las pequeñas piedras que se forman como resultado de niveles aumentados de la bilirrubina.

La bilirrubina se produce como resultado de la degradación de los glóbulos rojos. Los pigmentos de la bilirrubina presentes en medio de las piedras son de color oscuro en vez de un color amarillo o blanco como en el caso del colesterol.

La aparición de estas piedras es más rara en la población en general.

Estas piedras son, sin embargo, un síntoma común en gente con anemia hemolítica.

Cirugía convencional y Laparoscópica para extraer las piedras

La solución más efectiva para eliminar los cálculos biliares es la cirugía. A falta de una prevención más del 80 por ciento de los enfermos se hace la intervención de emergencia.

En este caso no queda más que hacer una cirugía convencional o abierta en la que se abre la vesícula y se la retira con los cálculos, indica la directora de Prosalud, Cristina Castro. El paciente requiere de al menos tres días de recuperación en este tipo de casos.

Cuando esto sucede el paciente llega con algunos síntomas al hospital como dolores abdominales y vómitos porque el órgano ya está tapado.

Un segundo tipo de cirugía es la laparoscópica que se hace con equipos mucho más modernos. En este procedimiento, se hacen incisiones quirúrgicas pequeñas que permiten una recuperación más rápida. Las personas a menudo pueden salir del hospital para irse a su casa un día después de la intervención.

La eliminación de los cálculos de colesterol, que son los más comunes también se puede hacer mediante un tratamiento con medicamentos, sin embargo, estos fármacos pueden tardar 2 años o más en hacer efecto y los cálculos pueden retornar después de que el tratamiento termine.

En muy raras ocasiones, se introducen químicos dentro de la vesícula biliar a través de un catéter. El químico disuelve rápidamente los cálculos de colesterol. Este tratamiento no se utiliza con mucha frecuencia, debido a que es difícil de llevar a cabo, pero tal como sucede en el caso de los medicamentos con píldoras este puede ser poco efectivo con la amenaza de que las piedras retornen en cualquier momento.

Una vez terminada la operación es posible que el paciente necesite hacer una dieta líquida o tomar otras medidas para darle a su vesícula biliar un descanso.

Las probabilidades de que se presenten síntomas o complicaciones a partir de cálculos biliares son bajos. La mayoría de los pacientes que se someten a cirugía de la vesícula no experimentan el retorno de los síntomas.

El costo promedio de una cirugía abierta o laparoscópica oscila entre los seis mil y siete mil bolivianos en los hospitales locales.

La incidencia de la enfermedad ha hecho que se realicen campañas de cirugías gratuitas una vez al año. Estas son organizadas por Prosalud y tienen el apoyo de la fundación Mima que envía especialistas americanos a Bolivia.

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