martes, 28 de junio de 2016

Degeneración macular relacionada con la edad, la principal causa de ceguera en mayores de 50

La OMS estima que existen en el mundo 3 millones de personas afectadas con esta patología, y que para el 2020 esta cifra podría duplicarse a medida que la población de los países industrializados envejece. Existen tratamientos para revertir sus efectos.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE) es la causa principal de ceguera legal en personas de más de 50 años de edad en los países desarrollados, afectando a más de 3 millones de personas mundialmente . Esta cifra representa un 8.7% de todos los casos de ceguera y el 50 por ciento en países industrializados. Asimismo, la OMS proyecta que la cifra se duplicará para el año 2020 a medida que la población de estos países envejece , mientras que en Latinoamérica, el porcentaje se triplicará hacia el 2050 en adultos mayores de 65 años, con relación a los datos del 2005.
La DMRE se caracteriza por la pérdida de visión central debido al deterioro gradual de la mácula – la parte del ojo que nos permite ver detalles concretos y donde la visión central aguda ocurre. Es importante reconocer los síntomas de esta enfermedad, ya que actualmente existen tratamientos seguros que pueden salvar de la ceguera a los pacientes.
Esta patología no provoca dolor y su progresión varía, avanzando lenta o rápidamente, en un ojo o en ambos. Cuando la DMRE se desarrolla con un deterioro muy gradual, el cerebro puede inicialmente compensar, y sus síntomas pueden no ser notados fácilmente. Cuando la enfermedad avanza rápidamente, puede llevar a una pronta pérdida de visión discernible. Si se deja sin tratar, la DMRE avanzada puede conducir a una pérdida de visión permanente.
Existen dos tipos de DMRE, seca y húmeda. La forma seca es la más común y está asociada a la acumulación de drusas (depósitos amarillentos) en la parte trasera del ojo. En etapas tempranas e intermedias puede representar el 90% de todos los casos. La forma húmeda, es más seria y severa. Entre el 10% y el 15% de las personas con DMRE seca degeneran a la forma húmeda. Este tipo de DMRE se caracteriza por un crecimiento anormal de vasos sanguíneos que producen extravasación en la mácula.

Síntomas

En etapas tempranas, la DMRE puede no causar síntomas apreciables. Algunas veces sólo un ojo pierde visión llevando a que el “ojo sano” compense la pérdida de visión del ojo afectado. Pero con el tiempo, la visión se torna borrosa, y comienza la dificultad para ver detalles concretos, tanto de cerca como de lejos.
Otros síntomas que se deben tener en cuenta como señal de alerta están los puntos borrosos y oscuros en la visión central, la dificultad en la distinción de colores, rostros borrosos, decrecimiento en la sensibilidad al contraste, dificultad en el ajuste desde brillante a luz tenue, impacto negativo en la percepción de profundidad, incremento en la sensibilidad a las luces brillantes, y compensación del “ojo sano”, entre otros.
La detección temprana de esta patología, es la clave para salvar la visión. Tener exámenes oculares (que incluyan la valoración del fondo de ojo) regulares es una importante medida a tomar. Hay varias pruebas pertinentes de DMRE como la Rejilla de Amsler, que mide las distorsiones en la visión; la angiografía fluorescente, que detecta cambios en la retina a través de un medio de contraste; la retinografía y autofluorescencia, un microscopio que detecta daños en las células epiteliales de la retina; o la tomografía de coherencia óptica que usa luz para escanear la retina.

Tratamientos

En el pasado, la fotocoagulación láser y terapia fotodinámica (PDT) eran los únicos tratamientos disponibles para tratar la DMRE húmeda. Recientemente, los tratamientos llamados terapias anti-VEGF (factor de crecimiento vascular derivado del endotelio por sus siglas en inglés) han revolucionado la forma en que la DMRE húmeda es tratada. Estas terapias paran el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, hacen decrecer la pérdida de fluido y previenen el sangrado, salvando, por tanto, la visión.
Hay tres diferentes inhibidores de la VEGF que han sido aprobados por las agencias regulatorias para la DMRE húmeda: Ranibizumab, Aflibercep, y bevacizumab, un fármaco aprobado para el tratamiento del cáncer que no está indicado para las enfermedades oculares y que no ha sido aprobado por ninguna autoridad regulatoria para su uso en los ojos
Según evaluaciones realizadas por el laboratorio Bayer a través de sus programas View (1 y 2), los resultados demostraron que los tratamientos anti VEGF producen mejorías funcionales significativas en la visión medidos por cambios en la agudeza visual, pero con diferentes requerimientos de frecuencia de las inyecciones, debido a que la DMRE húmeda está generalmente considerada como enfermedad crónica que requiere un monitoreo y un tratamiento de por vida.
A la fecha, VEGF Trap-Eye es el único medicamento cuya eficacia se ha demostrado en ensayos clínicos con una administración cada dos meses en vez de mensual. Si los tratamientos no son seguidos de acuerdo con las indicaciones del especialista de retina, la visión puede deteriorarse y puede resultar la ceguera irreversible.
En Bolivia ya se cuenta con el tratamiento aprobado por las entidades regulatorias a nivel mundial FDA y EMA para el tratamiento de la DMRE Aflibercept (EYLIA) de la farmacéutica Alemana Bayer.



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