sábado, 5 de noviembre de 2016

Salud visual: prevenir para curar



Muchas personas utilizan algún sistema de corrección de su visión (gafas, lentes de contacto o ambos) para compensar sus defectos de graduación.

Los oftalmólogos recomiendan realizar una revisión ocular al menos una vez al año para detectar también aquellas patologías que no presentan síntomas y que pueden llegar a tener consecuencias graves.

Las personas mayores, por ejemplo, tienen más riesgo de padecer un glaucoma o una degeneración macular, por lo que la prevención es el mejor tratamiento.

EFEsalud ha entrevistado a la doctora Paola Sauvageot, especialista en córnea, catarata y cirugía refractiva corneal en el Centro de Oftalmología Barraquer (España), para hablar de prevención y cuidado de los ojos.

En el caso de las cataratas, señala la doctora, es recomendable realizar un seguimiento, aunque recuerda que esta patología puede operarse.

Cualquier pérdida de visión brusca o enrojecimiento ocular, advierte la oftalmóloga, debe consultarse con el especialista.

Infancia

Tal y como afirma la experta, la primera revisión oftalmológica en niños debe comenzar a partir de los tres años de edad, si bien puede ser antes si los padres observan alguna anomalía, como dificultad para fijar bien la vista, no alcanzar a ver la pizarra, estrabismo o que la pupila tenga un color blanquecino.

Si el pequeño se frota los ojos con mucha frecuencia puede deberse a una conjuntivitis alérgica, pero es recomendable acudir al médico para descartar enfermedades corneales más graves.

Una mala visión también puede contribuir al fracaso escolar; “si el niño no tiene visión binocular no percibirá la profundidad y esto puede afectar a sus resultados en materias relacionadas con el arte”, precisa la doctora Sauvageot.

El estrabismo y el ojo vago son dos enfermedades que se pueden tratar y curar desde la infancia.

La desviación de la línea visual normal de uno de los ojos que se produce en el estrabismo puede favorecer el ojo vago, el cual no tiene el 100% de la visión.

Los seres humanos tenemos una visión binocular; esto quiere decir que los dos ojos se utilizan conjuntamente. Sin embargo, cuando no están alineados a causa del estrabismo o de una diferencia de graduación, el cerebro refleja más la imagen de un ojo que del otro.

“Si el ojo vago se detecta antes de los 7 años puede ser reversible con tratamientos, parches y gafas, por esta razón es importantísimo que los niños se hagan una revisión oftalmológica pronto”, advierte.

Pantallas 2.0

Cuando trabajamos muchas horas delante del ordenador, fijamos la vista y bajamos la frecuencia de parpadeo, de manera que nuestros ojos se resecan.

Según señala Paola Sauvageot, los síntomas son variados: pesadez al final del día, dolor de cabeza o “la visión de una especie de telilla” que nos impide ver con normalidad.

Recomienda el uso de lágrimas artificiales para mantener el ojo bien hidratado y hacer descansos visuales mirando al infinito para relajar la vista.

La Fundación Salud Visual expone las siguientes pautas para el cuidado de los ojos:

• Cada 15-20 minutos se deberán hacer cambios de mirada cerca-lejos para relajar la visión, y cada una o dos horas es necesario interrumpir el trabajo, descansar y levantarse.

• El teclado será inclinable e independiente de la pantalla y su superficie será mate.

• La pantalla tiene que colocarse perpendicular a las ventanas, que estarán provistas de cortinas que tamicen y atenúen la luz.

• La temperatura ambiental estará entre los 23º y 26º, según la época del año, con una humedad relativa del 50%.

• El asiento será estable, giratorio, con respaldo inclinable y apoyo lumbar. Es conveniente el uso de un reposapiés.

Miopía

A nivel epidemiológico, se ha detectado una mayor inferencia de miopía en las sociedades más avanzadas, “probablemente ligado al hecho de emplear más horas la visión de cerca”, explica la doctora Sauvageot.

“No hay estudios que lo demuestren, es verdad que hay más miopes en nuestras sociedades que en las africanas, pero es más una observación que una conclusión clínica”, matiza.

Según datos de la Academia Americana de Oftalmología, si en el año 2000 un 22,9% de la población mundial padecía miopía, en 2015 el porcentaje ya superaba el 32%, y en 2050 rozará la mitad de los habitantes del planeta.

La especialista en oftalmología recomienda hacer un uso moderado de las lentes de contacto, un máximo de 8 horas al día, y pone énfasis en la higiene a la hora de ponérselas y quitárselas, ya que “las infecciones por lentillas son muy graves y pueden acabar en un trasplante de córnea“.

Advierte, además, de que este riesgo es mucho mayor cuando dormimos o nos bañamos con ellas.

Por otro lado, la cirugía refractiva supone un incremento notable en la calidad de vida de la persona, pero no todas son candidatas a ella.

Algunos de estos requisitos son tener una edad mínima, que dependerá también del tiempo que lleve la miopía estabilizada, y que la córnea sea lo suficientemente gruesa y de características que hagan que se pueda operar de manera segura.

Gafas de sol de mala calidad

El uso de gafas de sol de mala calidad también puede perjudicar seriamente nuestra salud visual.

Tal y como explica la doctora, el riesgo de usar gafas de sol no homologadas es que éstas filtran la luz, pero no los rayos ultravioletas (UV). La pupila se mantiene dilatada porque no hay deslumbramiento, pero sigue permeable a los rayos UV, de manera que esto resulta más dañino para la mácula que no llevar gafas.

“Las gafas de sol tienen que ser de buena calidad con la Conformidad Europea (Marcado CE), hay diferentes niveles que hay que adecuar en función de la necesidad y serán más estrictos en las gafas de sol para el mar o la alta montaña“, concluye.


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