3. Debridamiento de la Herida.- Debridar es reseccionar tejidos es cortar tejidos, quitar tejidos y la ley dice en esto del Debridamiento con un concepto elemental: Cuando de heridas faciales se trata, es decir heridas en la región de la cara, el Debridamiento de estas debe ser mezquino es decir muy reducido, lo menos posible ¿Por qué razón? Porque los tejidos faciales son altamente especializados, si debridas un párpado tendrás que reconstruir el párpado y reconstruir una tejido facial no es simple, por tanto el Debridamiento en las heridas faciales debe ser mezquino, reducir pequeño. ¿Por qué debridamos un tejido o una herida de bala? ¿Cuáles son las razones para hacer ese Debridamiento? Dos razones tenemos:
Estamos frente a una herida contusa en la cara, esas heridas de bordes irregulares, desflecadas, no se puede suturar una herida contusa difícilmente, entonces debridas esa herida, para que la herida contusa la conviertas en incisa, reparas los bordes desflecados de la herida contusa para convertirlas en bordes lineales, incisos y poder suturarlos mejor.
Estar frente a una contusión de Grado III donde ya tienes una necrosis, entonces estas obligado a quitar el tejido muerto, estas obligado a debridar ese tejido.
Esas son las razones por los cuales se hace el Debridamiento, pero las cosas van muy unidas a otro término que es diferir, ¿Qué significa diferir? Significa posponer, retrasar ¿Por qué puedes diferir el Debridamiento de una herida? posponer la sutura de una herida, también hay dos razones para diferir y quizás la razón más importante del Diferimiento de la sutura del Debridamiento de la herida es la duda que tienes sobre la vitalidad del tejido, si vemos una herida vemos que los bordes están algo desflecados, se necrozarán o no y como sabes que el Debridamiento debe ser de esquina a esquina y decimos es probable que esperemos unas horas, aclare esos bordes de la herida que nosotros queremos aplicarlos a lo mejor estaban vitales y a lo mejor la necrosis no estaba, entonces hacemos un Diferimiento del tratamiento, esperas unas horas, decides posponer el desbridamiento, esa es una razón.
La otra razón es cuando no puedes hacer una sutura porque estas a frente de una herida compleja donde hay grandes pérdidas de tejidos y si nos encontramos en Muyupampa no tienes anestesista, no tienes suturas, no tienes como defectos de una
herida compleja, entonces difieres el tratamiento y dices a tu paciente aquí no te puedo curar, tienes que ir a Sucre, difieres el tratamiento con imposibilidad de realizarlo, esa es la segunda razón.
Este problema de diferir se contrapone a la Teoría de Friedrich, es un cirujano Australiano, que en la década de 1980 lanzo una teoría que hasta hoy esta vigente. La Teoría de Friedrich dice: que cualquier herida por más de 6 horas no ha sido tratada es igual a herida infectada y si esta infectada no se puede suturar, tienes que tratarla por segunda intención.
Para el tema de la cara cuando las heridas son faciales el lapso se nos elonga a 12 horas, Friedrich nos dice para la herida facial que más allá de 12 hrs. no fue tratada es igual a herida infectada por tanto no puedes suturarla tienes que dejarla por segunda intención. Si nos acordamos de estos principios y quieres diferir el tratamiento de una herida ¿Cómo podrás hacerlo? te ajustas a estos principios o manipulas la teoría. En lo que dice Friedrich 6 horas de no tratamiento o 12 horas de no tratamiento, si tu necesitas 48hrs. para evacuar a tu paciente, si haces eso no vas a poder suturar entonces ¿Qué es lo que tienes que hacer? dice 12 hrs. de no tratamiento como parte el principio de Friedrich, como lo manipulas para esto nos esta poniendo a 72 hrs. ¿Cómo la tratas a tu herida? la limpias, la cubres y le das antibióticos, entonces el paciente ve su herida que tu no la has podido manejar ¿Qué haces con él? limpias sus heridas se las cubres y le das antibióticos y lo mandamos a Sucre con eso estamos elongando el principio de Friedrich hasta 72 hrs. ese es el plazo máximo de ahí no puedes pasarte, tu discernimiento esta logrando elongar el plazo para lograr el tratamiento adecuado en una complicación.