La doctora Chwan-Li Shen, investigadora del Instituto Laura W. Bush para la salud de las mujeres de la Universidad de Texas, ha estudiado durante 20 años cómo algunas de las tradiciones orientales pueden contribuir a mejorar la salud de los occidentales.
Empezando por una de las tradiciones milenarias, la de tomar té; que se ha convertido en una práctica habitual en todo el mundo y cuyos beneficios se han demostrado en diversos estudios gracias a la capacidad antioxidante de los polifenoles que contiene.
Los polifenoles son un grupo de sustancias químicas que se encuentran en las plantas y cáscara de las frutas, que al sintetizarlas ayudan al cuerpo a aumentar su capacidad antioxidante.
Más de una docena de investigaciones científicas han constatado que aquellos que consumen mayores niveles de polifenoles, en concreto del té verde, tiende a tener menor riesgo de padecer enfermedades crónicas degenerativas, así como cardiovasculares y osteoporosis.
El estudio más reciente de Shen se centra en la sinergia de los beneficios del té verde y el Tai Chi para fortalecer los huesos, para lo que trabajó con una muestra de 171 mujeres posmenopáusicas con problemas de debilidad de huesos sin llegar a padecer osteoporosis.
El equipo médico las dividió en cuatro grupos: las primeras recibieron una píldora de fécula, a modo de placebo, y no practicaron Tai Chi, las segundas tomaron 500 gramos de te verde al día sin ejercitar Tai Chi.
El tercer grupo tomó el placebo y realizaron Tai Chi tres veces a la semana, mientras el cuarto tomaron te verde y practicaron Tai Chi.
Durante los seis meses que duró el experimento los médicos tomaron análisis de sangre y orina de las participantes y calcularon su fortaleza muscular.
El resultado, presentado durante el congreso que se celebra en la capital estadounidense, indica que el consumo de té verde moderado redundó en un aumento de la fortaleza ósea de las mujeres que tomaron la infusión en tres meses y en seis en el caso de las que practicaron Tai Chi.
Pero los médicos resaltaron que las mujeres que tomaron te y practicaron este arte marcial redujeron los marcadores biológicos relacionados con el estrés oxidativo, relacionado con enfermedades degenerativas y el envejecimiento.
Los expertos también detectaron beneficios emocionales y relacionados con la salud mental en las mujeres que realizaron Tai Chi respecto a las que no.
Ambas prácticas se presentan como una ayuda para reducir no solo los efectos de la osteoporosis, sino de otras enfermedades inflamatorias que puede afectar a este grupo de población, así como al bienestar anímico.
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