Un equipo de neurobiólogos argentinos halló la manera de ayudar a recordar cosas que se creían olvidadas, aprovechando el estrés que genera el frío.
EL ESTUDIO. Los investigadores del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (Ifibyne) de la Universidad de Buenos Aires, trabajaron con 125 voluntarios y utilizaron el frío intenso para generar un shock similar al que se produce ante una fuerte sacudida emocional. Explicaron que en el campo de la neurobiología es común utilizar el frío para generar esta forma de estrés leve pero aguda, que lleva al cuerpo a liberar glucosa y una serie de hormonas que son centrales para la modulación de la memoria.
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