Las varices son la dilatación permanente de las venas causada por la acumulación de sangre en su cavidad. El problema se debe a que la sangre llega a la parte baja del cuerpo (a los pies), pero no logra subir al corazón a raíz de una alteración (las válvulas pueden ser chicas), lo que provoca la congestión de las venas, explica Miguel Inchauste, cirujano general del Hospital de Clínicas en La Paz.
Según Inchauste, la gente con este problema presenta, por lo general, dolor en las piernas, cansancio y pesadez, adormecimiento e hinchazón, sensación de quemazón o comezón en las piernas.
Además, advierte la presencia de venas dilatadas en las extremidades inferiores y experimenta cambios en el color de la piel. Cuando las várices están avanzadas, se trata de úlceras varicosas. Todos estos síntomas son una señal de alerta que las personas deben tomar en cuenta.
Ágreda complementa que los factores desencadenantes son el sedentarismo o falta de ejercicio físico y la obesidad, y agrega que “no está claramente demostrado” que el mal sea hereditario. Las personas que fuman con frecuencia y no se alimentan sanamente también podrían desarrollarlo. “Los hábitos de vida y las condiciones laborales también condicionan la aparición del mal”, sintetiza la especialista.
Incidencia. Esta enfermedad no considera edad ni sexo, añade Ágreda, quien precisa que el Tórax recibe a jóvenes de 18 años que presentan úlceras varicosas, así como a personas de 60 o 70 años con distintos grados de la enfermedad.
“Por ejemplo, un policía de Tránsito, que está parado casi todo el día en su labor diaria de control del tráfico vehicular, es muy propenso a que en algún momento de su vida se le presente un problema de várices”, afirma. El uso de medias o vendas para várices es, por lo general, la principal recomendación de los médicos como medida paliativa.
“Cuando aparecen venitas en las piernas, el ciudadano debe acudir a un médico y para prevenir que el mal avance recibirá recomendaciones tomando en cuenta su actividad diaria y sus hábitos de vida”, dice Inchauste.
Ágreda complementa que mientras el grado de avance de la enfermedad es mayor, la calidad de vida de las personas se ve más afectada y es casi inminente una intervención quirúrgica.
Factores que afectan a la mujer
Si bien las várices no distinguen edad ni sexo, en el caso de las mujeres, a los factores ligados a los hábitos de vida o las características laborales, se suman los efectos de los embarazos y las alteraciones hormonales. Las várices se presentan, por lo general, en los tobillos y las piernas. Cuando el color de la piel cambia es señal de una complicación.
Hay dos tipos de intervención
Para eliminar las várices existen dos tipos de intervención, la cirugía convencional y una técnica moderna que se denomina microcirugía o cirugía por miniincisiones. Ambas se practican en La Paz, en los hospitales públicos y en una clínica privada.
El costo depende del grado de avance de la enfermedad. En los hospitales públicos se utiliza la cirugía convencional, mientras que en la privada la cirugía con láser.
El cirujano Marcos Málaga, de la Clínica de Várices Endoven, señala que este año han puesto en marcha la quinta campaña de tratamiento de várices con láser, que se caracteriza por el uso de anestesia local. El paciente se recupera inmediatamente y sale de la clínica caminando. No se realizan suturas y la intervención no deja cicatrices.
Los costos dependen del grado de la enfermedad y pueden ir desde los 100 dólares hasta los 1.300 dólares.
En la cirugía convencional, según el cirujano Miguel Inchauste, el paciente requiere quedarse en el hospital de uno a tres días debido a que el médico extirpa el mayor número posible de venas enfermas. El costo oscila entre los 1.200 y 1.400 bolivianos. De acuerdo con información a la que accedió La Razón, este valor es similar en el Tórax.
Según Inchauste, las várices también son un problema estético y las cirugías con láser constituyen una alternativa.
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