La ozonoterapia conduce a una mejoría significativa y general de muchos procesos fisiológicos y en la calidad de vida; compensa y retarda el deterioro que se va produciendo con el envejecimiento, y sus efectos son duraderos en el tiempo.
Se aplica para el tratamiento de artritis reumatoide, fibromialgia, artrosis, úlceras varicosas, pie diabético, enfermedades neurológicas, gastritis, diabetes, acné, dermatitis seborreica, celulitis, secuelas de quemaduras, hernia de disco, tendinitis, dolor agudo y crónico, reduce el colesterol, triglicéridos, ácido úrico, desintoxica el hígado, limpia y purifica el riñón, elimina bacterias, virus, hongos. La ozonoterapia es un germicida de amplio espectro. El esquema de tratamiento depende de la patología de base y estado particular del paciente. Puede emplearse una o más técnicas de aplicación combinadas. El número y frecuencia de aplicaciones depende de la evolución del paciente y la técnica utilizada.
En Sudamérica existen clínicas de ozonoterapia. En Bolivia, Punto Azul es el primer centro integral de salud que utiliza la ozonoterapia en muchísimas patologías. Actualmente, también se implementa en tratamientos de estética con excelentes resultados. Es un tratamiento que no produce contraindicaciones, es cien por ciento natural.
Aplicación
El ozono es un gas que se carga en una jeringa y se aplica como una inyección, como quien coloca cualquier otro medicamento o una infiltración habitual. Es atóxico, se puede repetir las veces que quiera; otros medicamentos que se utilizan para lograr los efectos analgésicos y antiinflamatorios son riesgosos, por ejemplo, los corticoides si los utiliza de manera repetida dañan los tejidos. La Ozonoterapia puede utilizarla las veces que quiera y jamás dañará un tejido, al contrario, siempre lo va a favorecer, entonces tiene el mismo efecto que los analgésicos y los corticoides, pero sin ningún efecto tóxico secundario, lo cual es una ventaja en la terapia.
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