Vestidos con batas, portando sus camillas y sus sueros, las personas demandaron al Gobierno y a los galenos una solución al conflicto del sector salud que comenzó el 28 de marzo en contra del Decreto Supremo 1126 que restituye la jornada laboral de ocho horas para médicos y trabajadores del sistema público de salud y de seguridad social.
Debido a la huelga, sólo se atienden los servicios de emergencias y se han cerrado las atenciones externas.
“Estoy 30 días internado por el problema de la próstata y ahora resulta que tengo infección en el riñón derecho a causa de la obstrucción de la próstata, de donde ya no pueden salir los líquidos. La infección subió al riñón derecho porque no me han operado. Al obstruirse la próstata los conductos de la orina están atacando ahora a otros órganos como mi riñón”, dijo Ramiro Martínez (61 años), uno de los pacientes que bloqueó ayer por un par de horas.
La medida de presión se inició a las 10:00 y se prolongó hasta casi el mediodía. Fueron unas 20 personas las que impidieron el paso vehicular hacia Villa Fátima y el puente Pasoskanqui.
Algunos pacientes que bloqueaban provenían del interior del país, ya que fueron derivados de otros hospital de la Caja. Es el caso de Palmira Magne, quien fue trasladada desde Potosí al Hospital Obrero hace tres semanas.
“Yo estoy con un problema de hígado desde hace dos meses, cuando estaba comenzando el conflicto. Me tienen que hacer una biopsia en quirófano y me reprogramaban y hace dos semanas he vuelto y me interné, pero no me pueden hacer la biopsia porque los médicos están en paro. Me dijeron que me operarían una vez que termine el conflicto”, dijo.
La paciente, maestra de profesión, dice que el paro no sólo perjudica su salud, sino también su economía pues a debe pagar 50 bolivianos diarios por la estadía de un familiar que la acompañó desde Potosí. Además debe pagar a su reemplazante en la escuela donde dicta clases.
Otra de las afectadas es Herminia Quelqa, paciente de nefrología, a quien debían realizarle un trasplante de riñón hace 15 días. Los médicos le indicaron que debe esperar hasta que se solucione el conflicto. “Mi cirugía dice que involucra a una buena cantidad de personal y ellas no están ahora”, dijo Herminia, quien se somete a sesiones de hemodiálisis.
La mayoría de los pacientes que protestaban resaltó que reciben atención constante de las enfermeras, pero que los médicos especialistas van sólo un momento a revisarlos.
El director del Hospital Obrero, Freddy Sandy, dijo que hasta la primera semana del paro se atendían cirugías de los hospitalizados , pero que luego se trataron sólo emergencias.
“Si el médico no considera que es caso de emergencia no opera, lo atiende pero no lo opera”, dijo el director e indicó que el paro fue determinado por el sindicato de los médicos y que es acatado por la mayoría de los galenos.
Respecto al trasplante renal, Sandy explicó que este tipo de cirugías no son consideradas como emergencias sino como “programadas”.
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