El tratamiento es una combinación de dos hormonas: testosterona y una nueva progestina sintética, llamada Nestorone, que actúa de forma similar a la progesterona natural.
El estudio preliminar llevado a cabo con 99 hombres mostró que la combinación de gel logró reducir la producción de esperma de 89% de los participantes a “niveles compatibles con tasas muy bajas de embarazo”.
La investigación fue llevada a cabo por el Instituto de Investigación Biomédica de Los Ángeles (LA Bio Med) del Centro Médico de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Según los científicos, el efecto del fármaco es reversible y no se observaron efectos secundarios importantes.
En el pasado se han presentado estudios de antinconceptivos masculinos que combinan testosterona y progestina, pero éstas son suministradas en píldoras, implantes o inyecciones.
Se sabe que la progestina combinada con la testosterona actúa “apagando” las hormonas que controlan la producción de esperma. Pero las progestinas pueden causar en los hombres efectos secundarios como acné, aumento de peso, cambios en los niveles de colesterol y de estado de ánimo.
La Nestorona, que es un compuesto experimental desarrollado por el Population Council, una organización de salud reproductiva sin ánimo de lucro basada enNueva York, no produjo estos efectos asociados a las progestinas, dicen los científicos.
Efectos secundarios
Después de haber ingerido la combinación entre la progestina y la testosterona y de haber presentado una significativa reducción en la producción de espermatozoides, los participantes del estudio dejaron de tomar el tratamiento de prueba y , según señalan los investigadores, las concentraciones de esperma se recuperaron a más de 3 millones por mililitro en todos los sujetos 40 semanas después del inicio del estudio. “Y no se vieron efectos secundarios serios”, agregan.
“Ésta es la primera vez que se aplican juntas testosterona y Nestorone en la piel para suministrar cantidades adecuadas de hormonas que suprimen la producción de esperma”, afirma la profesora Christine Wang, quien dirigió el estudio. “Los hombres pueden usar geles transdérmicos en su hogar, a diferencia de las inyecciones e implantes que deben ser aplicados en una clínica de salud”.
Según la investigadora, el estudio es preliminar y deberán realizarse investigaciones más amplias. Pero si se confirman los resultados, dice, sería posible combinar la testosterona con la Nestorone en un solo gel que los hombres podrían aplicarse de forma más conveniente. El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos.
Es la primera vez que se aplican estas hormonas juntas en la piel.
Hasta 1907 la Coca-Cola contenía Cocaína
Cuando la Coca-Cola apareció en el siglo XIX, contenía cocaína. La tuvo en un principio, al igual que otras bebidas de todo tipo también la incluían entre sus ingredientes. Cuando comenzaron a conocerse sus efectos perniciosos, la compañía tuvo que enfrentarse a numerosas quejas y denuncias, porque la acusaban de vender droga embotellada. La verdad es que la cantidad de cocaína contenida en el refresco era casi insignificante, de 8,45 miligramos por vaso, aunque se decía que la cafeína podría incrementar sus efectos. Finalmente, la empresa decidió ceder a las presiones y eliminar la cocaína en 1907.
El origen de la costumbre de comer pipocas en el cine
Aunque ya se consumían en las salas de cine de Estados Unidos desde 1913, fue en los años 50 cuando el empresario Jim Vicary decidió lanzar una campaña que incitaba a consumir Coca-Cola y pipocas en el cine, mediante mensajes muy breves y subliminales que insertaba en los guiones de las películas.
El resultado fue espectacular. La venta de este refresco aumentó en un 18%, mientras que la demanda de pipocas creció un 57,5%.
Aunque el experimento de Vicary ha sido polémico, lo cierto es que desde entonces la costumbre de comer pipocas al ver una película se expandió por todo el mundo.
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