Mónica Balderrama, encargada del SUMI en el Hospital del Niño de La Paz, señaló que esta nueva prestación responde a la gran incidencia de este tipo de cáncer en menores de cinco años y a la posibilidad de tratarlo exitosamente.
“Era necesario implementar esta prestación, porque con el transcurso del tiempo se van encontrando nuevas terapias que hacen que esta enfermedad sea tratable y curable en los niños”, explicó la galeno.
Según el portal del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, la leucemia linfoblástica aguda infantil es un cáncer de la sangre y la médula ósea, que por lo general avanza velozmente si no se lo atiende de forma adecuada.
La cobertura del SUMI contempla todo el tratamiento del niño (hasta que cumple cinco años), vale decir, internación, radioterapia, quimioterapia y otros. Balderrama remarcó que el alcance es variable y depende de los medicamentos o el tipo de terapia que requiera el paciente.
“Una vez que se sepa cuál es el tratamiento más adecuado, (si éste supera los límites de la prestación) será evaluado por el Directorio Local de Salud (DILOS) que decidirá si procede o no (el SUMI)”, señaló.
Según dijo, si un niño supera la edad máxima de cobertura del seguro (cinco años) y no termina su tratamiento, la prestación se prolongará por cuatro meses más.
“Si pasado este tiempo el niño aún requiere de tratamiento, éste correrá por parte de sus padres”, aclaró la especialista.
Costos
Según cálculos del Programa Nacional de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, en Bolivia un paciente con cáncer invierte entre 80.000 y 150 mil bolivianos al año.
En el caso de los niños, el costo oscila alrededor de 85.000 bolivianos al año, según estimaciones de la trabajadora social del Hospital del Niño Rosario Vargas. El monto incluye radioterapia, quimioterapia y fármacos.
Según Balderrama, las ampollas necesarias para combatir el linfoblastoma agudo tienen un costo de 500 bolivianos por unidad. “En algunos casos los tratamientos pueden requerir hasta una ampolla cada seis horas”.
Además de este tipo de leucemia, el SUMI ahora también cubre enfermedades genéticas y crónicas. “Algunas de estas enfermedades requieren de tratamientos realmente difíciles”, comentó Vargas.
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