LAS HEMORROIDES
Son generalmente dilataciones de las venas varicosas del ano tanto externo como interno.
Las hemorroides externas se desarrollan en el extremo del ano, y no suele dar ninguna sintomatología, a no ser que sufran alguna complicación. De éstas, la más importante es la trombosis, la cual se caracteriza por el dolor intenso que produce y porque aparece una tumefacción redondeada, azulada o rojiza, de mayor o menor tamaño.
Las hemorroides internas no se puede observar a simple vista, se pueden apreciarse por la palpación o con el rectoscopio; no obstante, con el tiempo, a medida que se van efectuando esfuerzos para llevar a cabo la defecación, la tendencia de dichas hemorroides es ir saliendo por el ano hacia el exterior.
LOS SÍNTOMAS:
–El síntoma inicial es una leve hemorragia de sangre fresca acompañada a la defecación, asociada a veces con malestar y picazón.
–El dolor, es intenso cuando se produce una trombosis.
–Los nódulos hemorroideos pueden arrastrar hacia abajo la mucosa anal, causando una tirantez progresiva.
En todos estos casos es muy importante realizar un examen rectal en ese momento, ya que aún si las hemorroides están presentes, el médico debe asegurarse de que la hemorragia no está causada por cáncer del recto, en un trecho superior.
TRATAMIENTO:
En la etapa preliminar, las hemorroides pueden tratarse adecuadamente con una higiene escrupulosa, con limpieza repetida muchas veces al día; supositorios o pomadas descongestionantes, con aplicaciones locales antiinflamatorias, así como una serie de normas dietéticas que eviten las comidas picantes, evitar el estreñimiento, el alcohol, el café. En cualquier caso, si fracasan estas normas, hay que tener presente que la intervención quirúrgica casi siempre es satisfactoria.
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