Por precaución. Se puede realizar una circuncisión cuando todavía son niños, a manera de evitar una infección. "Sabemos que a medida que el hombre se hace más adulto, usa menos el miembro, tiene menos relaciones sexuales y el prepucio puede cerrarse", advirtió Rivero. Hay que tener en cuenta que el mal aseo del miembro influye mucho, puesto que puede derivar en inflamación del glande y esta a su vez terminar con cáncer de pene.
En pacientes diabéticos. "Las personas que padecen diabetes son más propensas a contraer una infección debido a la longitud del prepucio", aseveró el urólogo. Es por ello que recomiendan a los pacientes con diabetes practicarse la circuncisión. Además, por la edad adulta, el prepucio puede ser un problema a partir de los 60 a 70 años, por lo que lo ideal es que se operen a tiempo.
Ante fimosis. Según el urólogo Rodolfo Rivas, la fimosis es una condición dolorosa que dificulta la retracción del prepucio del pene. Y el hombre se percata "cuando va a orinar y tiene dificultad para retraer el prepucio", describió Rivero, argumentando que en este tipo de casos no se duda en practicar una circuncisión.
Consecuencias de no tratarse. De acuerdo a la versión de los especialistas, en las personas mayores puede derivar en un cáncer de pene, por el esmegma (secreción que suele acumularse en los genitales). Y en los niños puede llevar a infecciones.
El padre. Según Rivero, para evitar que el exceso de prepucio sea un problema, es bueno que el padre revise diariamente a su hijo. "Como hombre, el padre conoce alguna irregularidad que se pueda presentar en el menor. No hay que dejarle todo el trabajo a la madre", aconsejaron los urólogos.
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