4 FORMAS PARA NO CONTRAER ESTe mal
Higiene
Las personas que suelen estar en contacto con pacientes con tuberculosis deben respetar normas de higiene estrictas. En primer lugar, es primordial lavarse las manos frecuentemente. Asimismo, deben protegerse de la tos del paciente y evitar contactos con pañuelos usados y expectoraciones.
Por otro lado, es esencial utilizar un barbijo si se relacionan con personas con esta enfermedad o si su país sufre de una epidemia. Sin embargo, deben fijarse en la calidad del barbijo y asegurarse que no presente ninguna falla con el fin de que ofrecezca la mejor y máxima protección posible. Toma en cuenta que el barbijo quirúrgico no ofrece suficiente seguridad contra los gérmenes de la tuberculosis.
Estilo de vida
Adoptar una alimentación sana, variada y equilibrada, tener un sueño de calidad, además de realizar actividades físicas regularmente permite reforzar el sistema inmunitario. Asimismo, es importante liberarse de las situaciones que provocan estrés y ansiedad, ya que debilitan el organismo. De hecho, la clave para resistir a las enfermedades y evitar contagiarse consiste en tener un sistema inmunitario vigoroso. Puedes optar por realizar actividades que te relajen como el yoga, meditación o masajes.
Detección
Las personas que trabajan en lugares con alto riesgo de contagio o que estuvieron en contacto con un paciente con tuberculosis pueden realizarse una prueba cutánea para detectar la presencia de la bacteria en el cuerpo. Si el resultado es positivo, se puede efectuar un tratamiento preventivo con antibióticos para evitar que la enfermedad se desarrolle y avance. Esto contribuye a tener una curación más sencilla, además de ingerir menos medicamentos que en la fase activa de la tuberculosis.
VACUNACIÓN
El Bacillus Calmette-Guérin (BCG) es la vacuna que protege contra la tuberculosis. Consiste en una prevención primaria que tiene el objetivo de infectar a la persona para activar su inmunidad y poder destruir la bacteria una vez contraída.
La finalidad principal de esta vacuna es proteger a los niños de las formas graves de tuberculosis precoz y meningitis tuberculosa. Se estima que la eficacia de la vacuna BCG oscila entre 75 y 85 por ciento para los niños y entre 50 y 75 por ciento para los adultos. Por lo tanto, se trata de una medida preventiva eficaz, pero que no puede detener una epidemia.
Personas
en riesgo
y factores
de contagio
Aunque la enfermedad se desarrolle en cualquier persona, debido a su alto índice de contagio, la aparición o activación de la tuberculosis tiene mayor riesgo de surgir en individuos con un sistema inmunitario débil. De hecho, las personas más propensas a contraer la enfermedad son las que sufren de una afección del sistema inmunitario como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), los niños menores de 5 años o las personas de la tercera edad y los pacientes que padecen de una enfermedad crónica como la diabetes, cáncer, afección renal, entre otras. Asimismo, los tratamientos médicos como la quimioterapia, la ingesta de corticosteroides y antiinflamatorios poderosos dañan el sistema inmunitario y por lo tanto, los pacientes que siguen estos tipos de medicaciones presentan mayores probabilidades de desarrollar tuberculosis. Por otro lado, los individuos que sufren de malnutrición o que consumen en exceso alcohol y drogas presentan también más riesgos.
Al trabajar o residir en un ambiente donde viven o circulan pacientes con tuberculosis en fase activa como en los hospitales, cárceles o residencias, existe mayor peligro de contagiarse. En estos casos, es recomendado realizarse regularmente pruebas cutáneas. Asimismo, viajar o vivir en un país donde existe una epidemia de esta enfermedad o que presenta numerosos casos de la misma, aumentan las posibilidades de desarrollarla. Otros factores de riesgo importantes consisten en el tabaquismo y en tener un peso corporal insuficiente, es decir, inferior a la norma que establece el Índice de Masa Corporal (IMC).
LA TUBERCULOSIS EN BOLIVIA, UNA REALIDAD DRAMÁTICA E HISTÓRICA
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Rolando Herrera Gutiérrez
Presidente Sociedad Boliviana de Medicina Familiar
La tuberculosis es una enfermedad que causa gran daño a varios órganos, sistemas del cuerpo humano y no solamente a los pulmones como muchos creemos.
Esta afección es de tal impacto en nuestro país que ha marcado dramáticamente e históricamente la realidad nacional, conviviendo con nosotros y desnudando nuestra situación social a lo largo de varios siglos.
Este impacto que causa enfermedad y muerte en todo el mundo, tiene varios factores sociales y económicos, por ello los países pobres de Asia y África la sufren con mayor intensidad, pero no por esa razón es menor en algunos países de América como Haití, Bolivia, Perú e inclusive Brasil.
Al margen de la situación de pobreza, lugares de hacinamiento, pésimo saneamiento básico, falta de cultura en el manejo de residuos, basura, una escasez de higiene evidente por aspectos culturales y deficiente acceso al agua potable, que caracteriza a los países anteriormente nombrados y a algunos núcleos de su población, también existe otro factor que le otorga mayor letalidad y virulencia al agente gestor de la enfermedad, el bacilo de Koch o mycobacterium tuberculosis. Este ser microscópico, tiene como gran ventaja para su dañina acción características fundamentales en el impacto de la enfermedad como ser su invulnerabilidad, resistencia progresiva a todo tipo de antibióticos y a circunstancias tan disímiles como la congelación, desecación, las altas temperaturas, elementos químicos como los ácidos y el alcohol, por ello uno de sus muchos nombres, es bacilo ácido alcohol resistente (BAAR).
MITOS QUE SE DEBEN DESESTIMAR
Un deber de todos los estamentos involucrados en la salud es el de informar correctamente a la población para desvirtuar falsos conceptos, que lamentablemente facilitan la letalidad de la enfermedad.
1. La tuberculosis no es una afección asilada solamente en el altiplano y en el sector minero, aunque es cierto que históricamente fue sufrida por miles de mineros en su presentación pulmonar y unida a la silicosis. Los reportes actuales demuestran que los departamentos como Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija son los que más casos nuevos tienen.
2. El segundo mito, es que es una enfermedad estrictamente pulmonar, pese a que este tipo de presentación es de aproximadamente del 80 por ciento, es muy importante tomar en cuenta que cada vez es más frecuente la presencia de otros tres tipos más usuales: renal, intestinal y óseo.
3. Que no viene asociada a otras afecciones. En realidad, convivimos con la enfermedad siempre, por lo tanto, la tuberculosis es oportunista, aprovecha de ciertas condiciones, una de éstas es la baja inmunidad por tratamientos de enfermedades autoinmunes como ser la artritis reumatoide por ejemplo; o que causan bajas de defensa o un sistema inmunitario débil como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
En fin, la tuberculosis es un gran problema de nuestra
realidad nacional en el campo de la salubridad y está ligada intrínsecamente a nuestro desarrollo humano y social. Es una más de nuestras graves preocupaciones en la salud y es necesario que la enfrentemos con estrategias urgentes y significativas que nos involucren a cada uno de los bolivianos.