Las causas del autismo aún se desconocen, pero existen algunas teorías que pueden explicar la enfermedad. No existe cura, por ello dura toda la vida, pero los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas.
En el diagnóstico físicamente un niño con autismo es normal, sin embargo, los padres pueden detectarlo por ciertas características comunes, como la falta de habla, de atención cuando se les llama por su nombre. En su conducta los niños con autismo no hablan, ríen sin motivo, lloran y se ponen tristes sin causa aparente, no responden a su nombre, no hacen contacto visual, tienen dificultad para relacionarse, son aparentemente insensibles al dolor, no sienten temor ante peligros reales, presentan conductas motoras repetitivas, son hiperactivos o pasivos, se apegan inusualmente a objetos.
No hay un tratamiento único ideal para todos los niños con trastornos del espectro autista. Sin embargo, es muy importante enseñarle al niño destrezas específicas en un contexto bien planeado y estructurado. Algunos niños reaccionan bien a un tipo de tratamiento mientras que otros tienen una reacción negativa o no reaccionan para nada al mismo tratamiento. Estos distintos tipos de tratamiento por lo general se pueden clasificar en las categorías siguientes: Terapias conductuales y de comunicación, tratamientos nutricionales, tratamientos farmacológicos, medicina complementaria y alternativa. Antes de escoger el programa de tratamiento, es importante hablar con los proveedores de atención médica del niño para comprender todos los riesgos y beneficios.
Pero a todo esto que significa el término autismo proviene de la palabra griega eaftismos, cuyo significado es "encerrado en uno mismo". El autismo no es una enfermedad, sino más bien un desorden del desarrollo de las funciones del cerebro permanente y profundo, por lo que debemos tomarlo en cuenta dentro del cuidado y desarrollo de nuestros niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario