La inédita operación se hizo con autorización judicial.
La madre sana de un joven enfermo que reside en Argentina aceptó donar uno de sus riñones a Lanata. A la vez, la esposa del periodista, Sara Stewart Brown, dio su consentimiento para que le extrajeran uno de sus riñones y se lo trasplantaran al hijo de la mujer.
La singularidad del trasplante pasa por el intercambio de los órganos entre dos parejas, una práctica que empezó en 1986 en Estados Unidos y se lleva a cabo en España, Canadá, Reino Unido, Australia y Turquía. Se hace cuando un paciente necesita trasplante de riñón y tiene un familiar o pareja que puede donar el órgano, pero no son compatibles.
Suma de males
Lanata padece diabetes, que afectó a sus dos riñones y desencadenó una enfermedad renal crónica. También tiene otros factores de riesgo: es fumador de cigarrillos, tiene sobrepeso y sufre enfermedad de las arterias coronarias, un trastorno que obligó a que le pusieran 5 stents el año pasado. En 2011, los médicos le indicaron que el problema de sus riñones era irreversible.
Necesitaba diálisis, el procedimiento empleado para eliminar los productos de desecho de la sangre, ya que los riñones enfermos no funcionan bien. La otra opción: acceder al trasplante de riñón.
El periodista, que entró al quirófano el sábado, estrenó la modalidad del intercambio de órganos entre parejas. Se recurrió a esa opción porque su esposa no tiene compatibilidad sanguínea con él.
Tampoco la tenían la madre que donó el riñón y su hijo. Según la Universidad de California, un tercio de los pacientes que tienen un donante vivo dispuesto a donarlo no puede recibirlo debido a un grupo sanguíneo incompatible.
Esos pacientes tenían que esperar años sometidos a diálisis hasta obtener el riñón de un donante fallecido.
Para ellos, se desarrolló el trasplante cruzado, que si bien se hace por primera vez en Argentina, no necesita de un cambio en la ley
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