Los principales síntomas consisten en el cambio del color de la epidermis, la cual se vuelve rojiza y el menor empieza a sentir picores en la zona afectada. Luego, aparecen los brotes de vesículas. Éstas se suelen romper fácilmente y expulsan pus, el cual es extremadamente contagioso y causa la propagación del impétigo. En cuanto a las ampollas más resistentes, se forman costras amarillentas duras a su alrededor. También pueden surgir ganglios inflamados. Es importante llevar a tu hijo al médico para iniciar un tratamiento a base de antibióticos y limitar la expansión de la infección.
Datos importantes PARA LOS PADRES
CAUSAS
El impétigo es causado por dos tipos de bacterias, las cuales son el estafilococo dorado y el estreptococo piogénico. Toma en cuenta que estos agentes infecciosos se multiplican continuamente en la piel. Cuando el sistema inmunitario no está maduro (como en los niños) y existen lesiones cutáneas o una falta de higiene personal, estas bacterias suelen acarrear el impétigo. Asimismo, el contacto con personas infectadas y el uso de jabones que alteran la flora bacteriana de la epidermis pueden favorecer la erupción de vesículas.
DIAGNÓSTICO
Cuando las vesículas empiezan a desarrollarse en el rostro y cuerpo de tu hijo, debes acudir a un pediatra. El profesional suele efectuar el diagnóstico con la simple observación de las lesiones, ya que son características del impétigo. En caso de duda, el doctor realiza un cultivo microbiológico para identificar cuáles son las bacterias responsables de los problemas cutáneos. Si prefieres, puedes también consultar a tu médico de familia o dermatólogo.
TRATAMIENTO
En caso de tratamiento inapropiado, pueden aparecer complicaciones diversas. Por eso, debes imperativamente acudir a un médico, el cual receta cremas antibióticas para aplicar sobre las vesículas. Cuando el impétigo es grave, el profesional puede prescribir antibióticos orales para atacar a las bacterias internamente. Toma en cuenta que debes administrar la posología recomendada por el doctor y respetar la duración del tratamiento, aunque las lesiones hayan desaparecido. De lo contrario, el niño podría presentar recidivas.
COMPLICACIONES
El impétigo suele ser benigno. Sin embargo, cuando no se trata o se administra un tratamiento inadecuado, pueden aparecer complicaciones. En primer lugar, la bacteria estreptococo piogénico tiene la capacidad de alterar el sistema inmunológico de los niños y acarrear glomerulonefritis postinfecciosa, la cual ataca a los riñones del menor. Por otro lado, los agentes infecciosos pueden atravesar las capas superficiales de la piel e invadir el cuerpo, ocasionando celulitis (inflamación del tejido conjuntivo subcutáneo), fiebre y malestar.
CONSEJOS PARA PREVENIRLO
HERIDAS
Los padres deben limpiar y desinfectar las heridas de su hijo (cortes, rasguños, picaduras de insectos, entre otras) para que no se puedan propagar las bacterias y provocar impétigo, ya que su sistema inmunitario no suele ser maduro.
MANOS
El pequeño debe lavarse las manos de manera frecuente con agua y jabón, especialmente antes de comer y después de entrar al baño. Asimismo, explícale que no puede rascar las heridas que tiene para no propagar las bacterias. No dudes en tapar las vesículas con venda estéril.
UÑAS
Corta las uñas de tu hijo regularmente, ya que almacenan una gran cantidad de bacterias. También debes sacar los residuos que se acumulan en el borde de las mismas. Existen aparatos especiales para los niños, lo que evita ocasionarles cortes.
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