Femenina conversó al respecto con el director del Instituto Nacional de Oftalmología Joel Moya, quien explicó los principales padecimientos, sus causas y los tratamientos, así como las formas de prevención, haciendo hincapié en el glaucoma como una de las principales causas de ceguera en el país.
“El mayor problema en el mundo y en Bolivia es la necesidad de utilizar lentes. Se conoce que el 65 por ciento de la población boliviana necesita una medida visual y de ese porcentaje un 10 por ciento corresponde a alguna ametropía (defecto ocular) grave como la miopía alta, queratocono, cataratas, glaucoma, pérdida visual por diabetes y mácula”, dijo Moya.
Miopía.- La miopía es un defecto de retracción frecuente, sucede cuando los objetos cercanos se ven con claridad, pero los que están a distancia se ven borrosos. La miopía alta sucede cuando las personas tienen por encima de 7 dioptrías lo que provoca un estiramiento del globo ocular y se vuelve más largo.
“La miopía alta puede terminar en ceguera, porque avanza hasta causar agujeros o desgarros en la retina y luego el desprendimiento de la misma. Además que pueden crecer vasos sanguíneos anormales debajo de la retina y provocar cambios en la visión. Su detección temprana y tratamiento con anteojos, lentes de contacto o cirugía refractiva ayudarán a prevenir la pérdida de la visión”, dijo el oftalmólogo.
Queratocono.- El queratocono (o cornea con forma de cono). Se trata de una enfermedad progresiva que afecta a la córnea (parte transparente de la cara anterior del ojo) que está anormalmente adelgazada y sobresale hacia adelante. Esta deformación corneal produce un astigmatismo irregular muy difícil de corregir con anteojos, porque provoca grandes trastornos visuales en cantidad y calidad.
“El queratocono es tratado en principio con lentes convencionales para suplir la mala visión, en casos más severos con lentes de contacto diseñados para este problema y cuando la visión no se restablece, porque la córnea está muy debilitada, entonces se opta por el trasplante de córnea”, dijo el especialista.
Cataratas.- Las cataratas son la opacidad del cristalino del ojo que usualmente es transparente. Sucede que hasta los 45 años aproximadamente la forma del cristalino es capaz de cambiar, esto permite que el cristalino enfoque sobre un objeto ya sea que esté cerca o lejos, pero a medida que se envejece las proteínas del cristalino se descomponen y en consecuencia se torna opaco (borroso).
“El cristalino, córnea, humor acuoso y vítreo, y retina son transparentes por eso cuando se hace un fondo de ojo se observa la circulación que tienen las venas y arterias. Entonces cuando ocurre una opacificación, es decir, cuando la córnea se opaca, se puede hacer un trasplante, poner un lente intraocular o una cirugía con láser”, explicó Moya.
Glaucoma.- El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo después de la retinopatía diabética. Esta enfermedad daña el nervio óptico de los ojos, primero dejándolo con poca función hasta la pérdida visual de manera repentina.
“El glaucoma es una enfermedad irreversible que causa ceguera y que afecta a gran cantidad de personas. Por cada millón de habitantes hay 100 bebés que la padecen y que pueden ser tratados apenas nacen, operar de inmediato para evitar la ceguera. La intención es motivar a los neonatólogos y pediatras para actuar de inmediato en estos casos”, enfatizó Moya.
Tipos de glaucoma.- Entre los tipos de glaucoma más frecuente en nuestro medio están: glaucoma congénito, glaucoma de ángulo abierto y glaucoma de ángulo cerrado.
Glaucoma congénito.- Sucede cuando los niños nacen con este defecto en el ángulo de los ojos que demora el drenaje normal del líquido en los mismos. Estos niños por lo general tienen síntomas fáciles de notar como: ojos grandes y opacos, rojos, sensibles a la luz y con lagrimeo excesivo. El tratamiento pasa por una cirugía convencional que, realizada a tiempo, brinda la oportunidad de tener una buena visión.
Glaucoma de ángulo abierto.- Suele tener antecedentes familiares y es más frecuente en miopes y diabéticos. Por lo general, no tiene síntomas que alerten de su presencia y cuando comienza la pérdida de la visión puede estar en un estado muy avanzado, por esta razón se aconseja explorar la presión ocular a partir de los 40 años para su detección.
“El glaucoma de ángulo abierto aparece a partir de los 40 años. El ojo parece normal y el paciente no se percata que se ha lastimado el nervio óptico, que afecta la zona visual periférica o lateral y que va perdiendo campo visual, por eso hay que estar atentos cuando comienza este problema y no esperar cuando la persona ya está casi ciega”, afirmó el especialista.
Glaucoma de ángulo cerrado.- Ocurre que el líquido que está en la parte delantera del ojo no puede llegar al ángulo para salir del ojo, pues parte del iris bloquea este ángulo, lo que provoca un aumento repentino en la presión del ojo. Esto causa dolor ocular, inflamación y enrojecimiento del ojo, visión borrosa, dolor de cabeza, náuseas y vómitos. El tratamiento pasa por una cirugía de láser y medicamos ópticos que contribuyen a despejar el bloqueo y proteger la visión.
TRATAMIENTO
El oftalmólogo aseguró que una vez diagnnosticado el glaucoma y, según el grado en el que se encuentre, puede ser tratado con gotas para frenar el avance de esta enfermedad y sólo en casos muy avanzados se opta por la cirugía que implante una válvula para evitar la concentración del humor acuoso en el ojo o un tratamiento con láser.
“Muchos pacientes que padecen de glaucoma no tienen mucha conciencia de que el tratamiento con gotas evita perder su visión y no siguen su tratamiento con la consiguiente pérdida ocular. Lo importante ante cualquier sospecha es hacerse un estudio del campo visual y evitar el quedar ciego de la noche a la mañana, lo que provoca una depresión profunda en las personas”, finalizó el especialista.
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