No se considera el estrés como una afección, pero su intensidad y duración pueden amenazar la salud física y mental. De hecho, las respuestas biológicas que son segregadas ante una situación estresante suelen ser muy deletéreas.
IMPACTOS DEL ESTRÉS CRÓNICO
El estrés crónico suele ser causado por problemas personales o profesionales recurrentes y es muy nocivo para la salud, ya que debilita el organismo y puede favorecer la aparición de diferentes patologías.
Cardiovasculares
El estrés crónico aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, arritmia, problemas de coagulación y ateroesclerosis. Asimismo, afecciones coronarias, infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca. Según la investigación científica realizada por Esch y Stefano en 2002 (Stress in cardiovascular disease), el estrés crónico agrava y acelera la evolución de las patologías anteriormente mencionadas.
MÚSCULOS
Las personas estresadas suelen quejarse de dolores en el cuello, hombros y espalda. Estas dolencias son causadas por tensiones constantes relacionadas con el estrés crónico, el cual libera citoquinas (proteínas proinflamatorias). Las molestias musculares se desarrollan preferencialmente en los trabajadores que sufren presiones psicológicas importantes.
DIGESTIÓN
Diferentes investigaciones científicas han demostrado que el estrés crónico ocasiona modificaciones inmediatas sobre la motilidad gastrointestinal. Por lo tanto, las personas estresadas pueden sufrir úlceras o quemaduras en el estómago. Asimismo, suelen presentar Síndrome del Intestino Irritable (SII), el cual se manifiesta a través de dolores intestinales.
SISTEMA REPRODUCTOR
Las mujeres estresadas pueden sufrir amenorrea, la cual es una enfermedad que se caracteriza por la supresión del flujo menstrual. Asimismo, el estrés crónico suele aumentar los dolores presentes en la menstruación. En cuanto a los varones, las constantes tensiones tienen un impacto sobre la reducción de la fertilidad y la aparición de problemas eréctiles.
EPIDERMIS
Algunas afecciones cutáneas se desencadenan y agravan por el estrés crónico. Es el caso de la urticaria, la cual se caracteriza por una erupción de vesículas rojas o blancas en la piel y provoca picores importantes. Asimismo, las glándulas sebáceas son sensibles a las moléculas secretadas en caso de estrés, por lo que las tensiones pueden acarrear brotes de acné. Finalmente, el eczema, psoriasis y dermatitis también suelen desarrollarse en las personas estresadas.
INMUNOLOGÍA
El estrés crónico debilita las defensas naturales, por lo que nos volvemos más vulnerables a desarrollar diferentes enfermedades. Por lo tanto, las personas estresadas están más propicias a sufrir infecciones diversas (resfríos, gripe, entre otras) y afecciones más graves como la diabetes o los cánceres, por ejemplo.
INSOMNIO
Existen varios factores fisiológicos que causan insomnio (enfermedades dolorosas, trastornos neurológicos, entre otros), pero los problemas de sueño también pueden ser causados por el estrés crónico. Esto es debido a que las tensiones no permiten que el cuerpo se relaje y la mente no puede dejar de pensar en las preocupaciones que se tiene a diario. Por lo tanto, se anticipan los problemas a los cuales uno deberá enfrentarse al día siguiente.
MENTAL
En muchas personas, el estrés crónico acarrea enfermedades psicológicas como la ansiedad y la depresión. Los trastornos de ansiedad (pánico, obsesiones, compulsiones, fobias, entre otros) pueden favorecer las adicciones o los problemas alimentarios. En cuanto a la depresión, se caracteriza por ser una afección del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza e ira interfieren con la vida del paciente durante un periodo de tiempo prolongado y puede tener repercusiones fatales.
METABOLISMO
El estrés prolongado suele ser un causante importante del síndrome metabólico, el cual se caracteriza por una acumulación de grasa abdominal, disminución de la sensibilidad a la insulina, elevación del colesterol nocivo para la salud y aumento de la presión arterial. Es relevante destacar que el síndrome metabólico es generalmente causado por una hipersecreción de cortisol y catecolaminas, los cuales son hormonas producidas por el estrés.
ENVEJECIMIENTO
Los radicales libres causan el envejecimiento y la muerte prematura de las células. El estrés crónico aumenta el daño ocasionado por los radicales libres, debido a que debilita las defensas naturales del organismo, lo que favorece la acumulación de sustancias tóxicas. Por eso, es esencial protegerse ante este fenómeno, reduciendo las fuentes de estrés y evacuando las tensiones.
Déficit
Nutricional
La absorción de los nutrientes es menor en periodos de estrés prolongado, por lo que la persona puede padecer diferentes tipos de carencias (aminoácidos, magnesio, fósforo, calcio, vitaminas, entre otras), las cuales ocasionan una serie de trastornos como nerviosismo, cansancio, problemas digestivos y dolores diversos.
Males psicosomáticos
Las causas de las enfermedades psicosomáticas son diversas, pero el estrés crónico puede exacerbarlas y favorecer su cronicidad. De esta manera, las personas estresadas son más propicias a padecer asma, artritis, cansancio, fibromialgia y migrañas. Asimismo, es importante destacar que las tensiones continuas son un factor preponderante de la obesidad, particularmente en los niños y jóvenes.
Estrés agudo y consecuencias
El estrés agudo resulta de situaciones específicas ante las cuales tenemos poco control e implican imprevisibilidad. Por ejemplo, evitar un accidente de tránsito o hablar en público desencadena diferentes signos físicos (aceleración del ritmo cardíaco, cansancio, aumento de la vigilancia, entre otros).
En la mayoría de los casos, el estrés agudo activa el aumento de adrenalina, la cual es una hormona segregada por las glándulas suprarrenales que permite acelerar las reacciones del cuerpo para poder enfrentar un peligro potencial. Generalmente, el estrés agudo no ocasiona daños graves en el estado de salud. Sin embargo, cuando el temor es relevante, algunas personas pueden sufrir problemas cardíacos como infarto de miocardio o accidente cerebrovascular. Sin embargo, estas complicaciones se observan en la gente que ya presenta una debilidad cardíaca o tienen antecedentes familiares.
Se debe tomar en cuenta que el estrés agudo puede volverse crónico cuando la persona se enfrenta a fuentes de tensión frecuentes o si no ha podido superar la situación que le provocó el estrés. Asimismo, mucha gente no sabe lidiar con los eventos estresantes, debido a que sus mecanismos de adaptación son ineficientes. En estos casos, suelen aparecer problemas de salud, los cuales pueden ser serios (enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos, insomnio y problemas mentales, por ejemplo).
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