Una de las principales medidas recomendadas para prevenir el ardor de estómago es evitar, en la medida de lo posible, las comidas copiosas o muy abundantes. Lo mejor es realizar entre 5 y 6 comidas al día con porciones más reducidas de alimentos ligeros, de esta forma el estómago no está tan lleno, la digestión sucede de forma adecuada y se disminuyen las posibilidades de que se produzca el reflujo y, por consiguiente, la acidez estomacal.
Además, es aconsejable dedicar como mínimo 20 minutos a comer, ya que en muchas ocasiones el ardor estomacal es consecuencia de comer muy deprisa y pueden aparecer otros problemas gastrointestinales como gases o flatulencia, pesadez e hinchazón abdominal. En el siguiente artículo te explicamos todo lo que debes saber acerca de la importancia de comer despacio.
Así mismo, hay ciertos alimentos que debido a su composición acentúan el riesgo de padecer de ardores de estómago o acidez, por lo que conviene identificarlos para evitar o moderar su consumo. Estos son:
Chocolate.
Café y bebidas con cafeína.
Bebidas alcohólicas.
Refrescos.
Tomate.
Ajo y cebolla.
Alimentos cítricos.
Vinagre.
Alimentos picantes.
Alimentos fritos.
Por el contrario, cuando se padece de ardores o acidez de forma frecuente, hay unas pautas alimenticias a seguir que favorecen la salud gastrointestinal del paciente; descubre cuáles son consultando el artículo Qué comer si tengo acidez.
Si tienes la costumbre de acostarte nada más comer, debes saber que esta práctica puede provocar la aparición de ardores o hacer que sean más intensos. Siempre es aconsejable comer unas 2 o 3 horas antes de tumbarse, especialmente en la cena ya que de lo contrario el estómago no cuenta con el tiempo suficiente para vaciarse y el buen descanso podría verse interrumpido por la sensación de acidez o reflujo
De la misma, tampoco es conveniente realizar ejercicio físico o practicar deporte justo después de comer. Para evitar el ardor de estómago, es importante esperar unas 2 horas antes de hacer actividades de alto impacto o en las que tengas que moverte con demasiada intensidad. Por el contrario, sí es recomendable salir a caminar a un ritmo suave, ya que esto favorece el proceso de la digestión.
Muchas veces aunque la cena se haga de forma temprana, el reflujo gastroesofágico aparece igualmente, y para estos casos, la recomendación de los especialistas consiste en dormir ligeramente inclinado. Es decir, debes mantener la parte del tronco superior un poco más elevada que la inferior colocando almohadas o cuñas de madera bajo el colchón. Es importante evitar que solo quede elevada la cabeza y la parte de los hombros, ya que esto podría empeorar más la sensación de acidez.
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