En la consulta en otorrinolaringología algunos pacientes acuden manifestando disfonía crónica (voz ronca), tos crónica, aclaramiento constante (carraspear para limpiar la garganta), etc., ya que obviamente estos síntomas son asociados a problemas relacionados con la laringe, faringe o de las vías respiratorias, pero, en algunos casos estos síntomas son una consecuencia de la patología del reflujo gastroesofágico que es la subida del jugo gástrico que refluye desde el estómago y el esófago hacia la parte superior, y causa inflamación de la laringe y/o faringe. Estos cuadros son mucho más frecuentes de lo que se piensa y incluso estos cuadros se pueden ocurrir en niños y bebés
“Aunque el reflujo es una patología gastrointestinal puede producir alteraciones a nivel de otros órganos además del mismo esófago que se altera y se irrita y presenta varios problemas por el reflujo. La laringe y faringe también se ven afectadas en gran manera porque es ahí donde llega el acido y produce irritación crónica, quemaduras, dolor y varios síntomas”, explica Anneliesse Sabath A., médico especialista en Otorrinolaringología y Otoneurología en adultos y niños del Hospital San Vicente en Cochabamba.
Entre los síntomas más frecuentes de reflujo gastroesofágico a nivel de faringe están el dolor de garganta crónico, que por lo general se presenta más por las mañanas, sensaciones de ardor en la garganta igualmente más frecuente al amanecer o al acostarse. También se presenta la disfonía crónica, ronquera o pérdida de voz.
En alguna ocasión incluso llega a inflamarse la campanilla y se hincha. También pueden ocurrir espasmos a nivel del esófago o la misma laringe por la presencia de estos ácidos provocando que el paciente sienta que se le cierra la garganta y que no puede respirar
“Cuando un paciente se queja de dolor de garganta crónico y además de disfonía matutina que aparece y desaparece, tos seca, que no sede con tratamientos para alegrías o resfríos siempre tenemos que tener presente al reflujo gastroesofágico y tratar el reflujo”, dice la especialista.
Cuando el otorrinolaringólogo detecta el problema, debe ser tratar conjuntamente con un gastroenterólogo.
TRATAMIENTOS Y MEDIDAS
“El reflujo se trata con medicamentos que tiene como finalidad inhibir la producción de ácido y por otro lado con medicamentos que van aumentar el tono del esfínter entre el esófago y estomago para evitar el reflujo vaya hacia arriba”, explica Sabath.
El tratamiento medicamentoso debe ir acompaño de de ciertas medidas higiénico dietéticas.
“Se deben evitar alimentos que aumentan el reflujo y las irritaciones que son los alimentos grasos (todo lo frito), las gaseosas, los alimentos que producen fermentaciones o lo que tienen conservantes como los embutidos. También se debe evitar el consumo de café, alcohol y cigarro que puede influir porque aumenta la acides gástrica y por tanto el reflujo”, explica la especialista.
Además se recomienda comer en posición adecuada y no hacerlo muy tarde (dos horas antes de acostarse). También se recomienda a estos pacientes que eleven la cabecera de la cama con un cierto ángulo.
Estas medidas ayudan en gran medida y con la medicación irán disminuyendo los síntomas.
SOBRE EL DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se lo realiza mediante un examen clínico con datos que proporciona paciente.
Según la especialista para el diagnostico también se puede recurrir a la radiografía con contraste con un procedimiento especial a seguir. Esta prueba se hace más en niños que en adultos.
Se requiere una comunicación es estrecha entre el médico y el paciente, para evaluar la respuesta al tratamiento y el reajuste del mismo.
Con una buena terapia medicamentosa controlada más las medidas higiénicas alimenticias normalmente se eliminan las molestias y el paciente ya no tiene molestias, concluye Sabath.
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