Los diabéticos tienen un riesgo 25 veces mayor a sufrir la amputación de las piernas, señala un informe del Centro Vivir con Diabetes.
Así mismo, estudios a nivel mundial revelan que cada 30 segundos alguien pierde una extremidad por la diabetes. Esto sucede porque los niveles altos de azúcar en la sangre provocan dos problemas en los pies. Por un lado, el daño a los nervios hace que la persona pierda sensibilidad en las piernas y pies de tal forma que una llaga o cortadura en estas zonas puede pasar desapercibida y fácilmente convertirse en una lesión grande. Por otro lado, provoca que la sangre no llegue hasta estas zonas impidiendo la curación de las llagas o infecciones, explica Juana Marquina, dermatóloga del Hospital Viedma.
La persona con diabetes ya tiene un pie diabético grado cero, o sea, un pie de riesgo. Es decir que en cualquier momento un pinchazo de aguja, tachuela o una piedrecita puede generar una lesión que tardará en sanar, señala.
Por eso se recomienda que la persona con cualquier tipo de diabetes revise sus pies en forma permanente con el fin de detectar algunas lesiones entre los dedos, durezas en las plantas de los pies, callos, ampollas, zonas con cambios de coloración, heridas o úlceras y uñas encarnadas.
Así mismo, estudios a nivel mundial revelan que cada 30 segundos alguien pierde una extremidad por la diabetes. Esto sucede porque los niveles altos de azúcar en la sangre provocan dos problemas en los pies. Por un lado, el daño a los nervios hace que la persona pierda sensibilidad en las piernas y pies de tal forma que una llaga o cortadura en estas zonas puede pasar desapercibida y fácilmente convertirse en una lesión grande. Por otro lado, provoca que la sangre no llegue hasta estas zonas impidiendo la curación de las llagas o infecciones, explica Juana Marquina, dermatóloga del Hospital Viedma.
La persona con diabetes ya tiene un pie diabético grado cero, o sea, un pie de riesgo. Es decir que en cualquier momento un pinchazo de aguja, tachuela o una piedrecita puede generar una lesión que tardará en sanar, señala.
Por eso se recomienda que la persona con cualquier tipo de diabetes revise sus pies en forma permanente con el fin de detectar algunas lesiones entre los dedos, durezas en las plantas de los pies, callos, ampollas, zonas con cambios de coloración, heridas o úlceras y uñas encarnadas.
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