La profesora Rose Cooper, del University of Wales Institute Cardiff, está estudiando cómo la miel de manuka interactúa con tres tipos de bacterias que normalmente infestan las heridas: la pseudomonas aeruginosaa, los estreptococos del grupo A y el estafilococo aúreo resistente a la meticilina (MRSA).
El equipo que dirige ha descubierto que esa miel puede interferir de diversas formas en el desarrollo de esas bacterias y cree que puede ser una opción atractiva para el tratamiento de las infecciones en heridas resistentes a los antibióticos.
Las propiedades antibacterianas de la miel se conocen desde hace tiempo y en distintas civilizaciones antiguas se empleaban ya remedios a base de ese producto para el tratamiento tópico de las heridas.
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