El año pasado, científicos de la Universidad Católica, encabezados por Alejandro Corvalán, del departamento de Hematología-Oncología de la Facultad de Medicina de esta casa de estudios, descubrieron un marcador genético (llamado Reprimo) que era común cuando había presencia de lesión gástrica o tumor. "Está presente en el 90 por ciento de los pacientes con cáncer de estómago y en el 10 a 16 por ciento de población sana que no tiene cáncer", dice Corvalán.
La importancia del hallazgo es que este marcador además podía ser detectado fácilmente a través de un examen de sangre, lo que permitía contar -por primera vez- con un examen simple, de bajo costo y fiable para diagnosticar cáncer gástrico tempranamente, es decir, antes del surgimiento de los primeros síntomas.
Por eso, ya iniciaron las primeras pruebas clínicas para validar este test en la población chilena. Ya lo hicieron en Puente Alto y en 2012 seguirán en Molina. La idea de los expertos es que quienes salgan positivo a reprimo se somentan a una endoscopía, que hoy es la única alternativa para detectar este cáncer.
En las primeras 400 muestras tomadas en población de Puente Alto buscarán tres marcadores: presencia de Helicobacter pylori (vinculada a este cáncer), lesión por esta bacteria y presencia de Reprimo. Los resultados debieran estar listos en marzo de 2012.
En junio, en tanto, la toma de muestras se trasladará a Molina. Esta ciudad es una de las que registra más muertes por cáncer de estómago a nivel nacional. Según cifras del Ministerio de Salud, durante 2009 las mayores tasas de mortalidad por este mal se registraron en la Región del Maule y de Los Ríos, con 28,3 y 31,2 por cada cien mil habitantes. A nivel nacional, esta cifra es de un 19,8.
Zona agrícola
¿Por qué existe tanto cáncer gástrico en Molina y en especial en la zona central? Corvalán cree que probablemente sea porque se trata de una zona agrícola, con alto nivel de contaminantes en el ambiente y pesticidas. "En general, toda la Región del Maule tiene alta mortalidad por este mal", dice.
Entre los factores externos también se sabe que el tabaco, la dieta rica en sal, nitritos y alimentos ahumados (carne hecha a leña o parrilla, por ejemplo)también predisponen a este cáncer.
En Molina, el objetivo es tomar muestras de sangre a tres mil personas que se autodeclaran sanas, todas mayores de 40 años. "Queremos demostrar que si vamos a una población grande encontraremos personas que tienen cáncer, pero no presentan aún síntomas evidentes. Tumores en etapa uno", dijo Corvalán. Para el experto encontrar cáncer en esta etapa tiene un impacto directo en la mortalidad, porque se puede extirpar y con un buen pronóstico.
Los cálculos de este especialista son que en esta población testeada encontrarán al menos 100 muestras positivas, pacientes que serán rechequedos con una endoscopía.
El objetivo, explica Corvalán, es que dentro de un tiempo, este test de sangre forme parte de una batería de marcadores para la detección precoz del cáncer gástrico. El fin, dice, es lograr diagnosticar antes de los síntomas evidentes, pues eso puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
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