Una de las cuestiones de salud más importante para las mujeres es conocer su propio cuerpo e informarse sobre los cuidados íntimos que debemos tener, pues esta zona no sólo es la más delicada (y preciada) pero merece un trato especial en cuestiones de higiene y cuidado personal. Si tienes algún síntoma “anormal” debes prestarle especial atención y acudir en cuanto antes a tu médico.
La falta de información trae grandes problemas y no es aconsejable auto-medicarse para aliviar molestias. Recuerda que un pequeño síntoma, que muchas veces dejamos pasar, puede ser señal de un problema de salud que puede traer graves consecuencias a nuestra tan preciada salud femenina.
Si te sientes incómoda de ir acompañada al médico, exprésate! La consulta debe ser privada y confidencial, pues se debe respetar la intimidad.
Alteraciones menstruales
Los problemas ginecológicos más frecuentes en las mujeres jóvenes son las alteraciones menstruales. Estos trastornos pueden darse en forma de reglas muy abundantes; en algunos casos puede ser necesario un tratamiento médico para disminuir la abundancia de estas reglas ya que pueden provocar anemia. Los trastornos menstruales también pueden darse en forma de ciclos irregulares que interfieren en la actividad normal de la paciente. Es un deber de toda mujer llevar un control estricto de sus menstruaciones.
Asimismo, existen alteraciones de la frecuencia del periodo. Cuando la mujer tiene alteraciones del ritmo, se debe buscar la causa en el funcionamiento de los ovarios, ya que éstos determinan la duración de los ciclos menstruales. También existen alteraciones de la cantidad y duración del ciclo, entre otras que se presentan a continuación.
Amenorrea. Es la ausencia de la menstruación o atraso menstrual de más de 90 días luego de haber tenido periodos anteriores normales. Generalmente se acompaña de trastornos de ovulación. En este caso, se debe descartar trastornos hormonales, problemas de peso, embarazo, etc.
Polimenorrea. Esta condición femenina se da cuando el periodo se adelanta, apareciendo antes de los 21 días. Es un trastorno de la menstruación que provoca periodos demasiado frecuentes y puede deberse al estrés, ovarios poliquísticos, síndrome del ovario poliquístico, trastornos endocrinos como un adenoma, etc. Su tratamiento se basa en la regulación del ciclo con progestágenos.
Oligomenorrea. Ocurre cuando una mujer no tiene el periodo o se da una menstruación escasa o poco frecuente; el periodo aparece entre los 36 y 90 días. Los periodos que se producen son normales pero discontinuos.
Hipermenorrea. Es la hemorragia menstrual excesiva en cantidad o duración (mayor a siete días). Se considera que ésta es excesiva cuando presenta coágulos o cuando es causa de anemia ferropriva. La mujer se da cuenta que su menstruación es más abundante que lo normal porque necesita cambiarse varias veces al día.
Hipomenorrea. Son menstruaciones regulares, con volumen de sangre muy escaso o de un día de duración. Puede deberse a alteraciones hormonales y se trata con medicamentos descongestivos de la circulación de la pelvis o que estimulen la contracción uterina.
Menometrorragia. La menstruación dura más de siete días. Es un desorden que provoca sangrado o hemorragia uterina abundante proveniente de los órganos genitales femeninos. Se presenta a intervalos irregulares, existe un fuerte dolor abdominal y se siente cansancio y fatiga. El tratamiento dependerá de la causa, pero la cirugía puede llegar a ser necesaria en caso que existan pólipos o tumores. También se puede tratar con terapia hormonal, eliminar la ingesta de fármacos que causan el problema, etc.
Síndrome premenstrual. Es el dolor, en ocasiones muy intenso, que padecen algunas mujeres con la ovulación y que puede ir acompañado de secreción. Hay otros síntomas, como pesadez, fatiga, dolor de cabeza, irritabilidad e hinchazón de las extremidades. Su tratamiento puede ser simple e incluye cambiar ciertos hábitos en el estilo de vida, suprimir el tabaco, la cafeína, reducir la sal y las grasas, beber mucha agua y realizar ejercicio. Si los síntomas son demasiado fuertes, acude a medicamentos como analgésicos e inclusive anticonceptivos hormonales, siempre y cuando sean prescritos por tu ginecólogo.
Dismenorrea. Es un dolor bastante común que se produce durante la menstruación y que incluye distensión abdominal y cólica intensa y frecuente, dolor por debajo de la cintura, en la parte baja de la espalda o en las piernas. También pueden presentarse dolores de cabeza, nauseas, diarrea o estreñimiento, micción frecuente y, en ocasiones, hasta vómito. El tratamiento se basa en los antiinflamatorios no esteroideos y la combinación de estrógenos y progestágenos, es decir, la píldora. Se debe consultar con un especialista para investigar la causa, ya que puede ser debida a tumores o quistes de diverso origen, infecciones, etc.
Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI). Es una infección que se produce, generalmente, tras la menstruación, y es la causa más común de dolor ginecológico grave. El motivo es que las barreras de defensa cervicales se debilitan durante la fase de secreción del flujo cervical y permiten el paso de microorganismos al conducto genital. Los síntomas son el flujo anormal de la vagina, es decir, el sangrado abundante y entre periodos fiebre, escalofríos, nausea y vómitos. El tratamiento se basa en antibióticos específicos. Consulta a tu médico de inmediato si tu periodo se hace más abundante.
Endometriosis. El tejido endometrial crece fuera de la cavidad uterina. Se trata de un dolor abdominal bajo o calambres en la pelvis, antes o durante el periodo. Entre los síntomas se encuentra el dolor que afecta la parte inferior de la espalda o la pelvis y que aparece en cualquier momento del ciclo, dolor durante o después de la relación sexual y manchado premenstrual.
No existe un único tratamiento para combatirla, pueden utilizarse medicamentos específicos o también hormonas, depende de cada caso.
Exprésate
Algunas mujeres piensan que los dolores, molestias y algunas anomalías son “normales” y muchos médicos deciden no prestar atención a los síntomas asegurando a la paciente que “eso es normal”. Muchas enfermedades causan síntomas no específicos y poco intensos a los que la mujer se acostumbra o piensa que son “normales”. Otras enfermedades presentan síntomas muy similares entre sí, o incluso no se manifiestan hasta que la condición ya está avanzada.
El cáncer, los tumores, cálculos, quistes, etc., no producen síntomas hasta que su crecimiento es significativo. Es importante consultar al médico si sientes alguna molestia y si las incomodidades persisten. No dudes en buscar una segunda opinión. /
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