En Cochabamba existen alrededor de 55 empresas dedicadas a la elaboración de bebidas refrescantes sin alcohol, como gaseosas, jugos, agua purificada y otros, que se encuentran bajo controles de seguridad e inocuidad. Asimismo, se estima que alrededor de 30 más trabajan en la clandestinidad infringiendo las normas de inocuidad.
Uno de los principales riesgos es la utilización de aditivos químicos y edulcorantes, como ciclamatos, sacarinas y otros que, en dosis no recomendadas, pueden causar enfermedades cancerígenas, según la explicación del coordinador departamental de Inocuidad Alimentaria del Senasag, Alejandro Mattos.
Por otro lado, la omisión de procedimientos para el tratamiento y purificación del agua también tiene sus efectos. “El agua, mínimamente, debe pasar por tres filtros: uno de arena, otro de carbón y otro de intercambio catiónico y aniónico y, por último, filtros ultra violeta (UV), para eliminar los sólidos o sedimentos, la dureza del agua y la parte microbiológica, respectivamente”, explicó Mattos.
Los estudios realizados dan cuenta que la no eliminación de sólidos o la dureza del agua, así como la presencia de elevadas cantidades de sodio en el agua podría derivar en problemas renales, muchas veces expresado en los denominados cálculos o “piedritas”. Por otro lado, los microorganismos como los coliformes totales, aerobias mesofilas y Pseudomonas provocan dolor de cabeza y diarreas, entre otros.
Las fábricas de jugos y gaseosas se triplicaron en los últimos 5 años, lo que pone en alerta a las autoridades. Además de exponer la salud de la población, las empresas clandestinas estafan al consumidor y generan además un daño económico a las empresas que cumplen con las normas, por la desleal competencia de precios.
La omisión de normas y procedimientos permiten a estas empresas salir al mercado con precios que van desde los Bs 13 hasta los 18 el paquete de seis unidades de botellas de dos litros. En cambio, una empresa que cumple con todas las normas oferta su producto en Bs 35 y algunas cubren sus costos con Bs 48.
Por si fuera poco, existen además, empresas que reutilizan botellas desechables de otras empresas, situación que no es permitida y que no asegura tampoco el tratamiento de desinfección. En diciembre de 2011 y enero de 2012 Senasag decomisó, entre otras, gaseosas de sabor naranja en envases de la bebida Sprite y otros incluso con la tapa de ron Cuba Libre.
El representante del Viceministerio de Defensa al Consumidor, Ricardo Rojas, dijo que estos productos son comercializados en las terminales de buses o comunidades rurales alejadas.
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