DIFERENCIAS DE UN NIÑO CON SÍNDROME DE DOWN
Las personas con síndrome de Down se parecen mucho físicamente a las personas con un desarrollo regular; sin embargo, en cuanto a los aspectos psicológicos, existen grandes diferencias como por ejemplo en la personalidad, inteligencia, obediencia, humor, compasión…
En cuanto al aspecto físico, un niño con síndrome de Down puede presentar ojos almendrados y orejas pequeñitas dobladas suavemente por la parte de arriba. Pueden tener una boca y una nariz pequeñas. Algunos bebés con síndrome de Down tienen el cuello cortito y las manos pequeñas.
PROBLEMAS DE SALUD ESPECIALES
Gran parte de los bebés que nacen con este síndrome, padecen defectos cardíacos. Muchos, son de poca importancia y se pueden tratar con medicinas pero otros, requieren cirugía. Es recomendable que si tu hijo padece este síndrome, lo revise un cardiólogo pediátrico y que someta al bebé a un eco-cardiograma en los dos primeros meses de vida para poder detectar cualquier defecto y ponerle una solución cuanto antes.
Uno de cada diez bebés que padecen síndrome de Down desarrolla malformaciones en el intestino que necesitan de cirugía para resolverse y más de la mitad, sufren alguna deficiencia visual o auditiva. Entre los problemas visuales más comunes están el estrabismo, la miopía, la hipermetropía o las cataratas. En la mayoría de los casos, se puede solucionar con gafas, cirugía u otros métodos.
Es recomendable que los niños con síndrome de Down se sometan a exámenes de visión y de audición de forma regular y así poder ponerle remedio cuanto antes a cualquier problema que pueda surgir así como evitar que se desarrollen otros en el habla o en otras destrezas.
Los niños con este síndrome tienen mayor probabilidad de sufrir problemas de leucemia o de tiroides; tienen más facilidad para resfriarse y enfermar de bronquitis o de neumonía. Es recomendable que reciban atención médica a menudo y que se les vacune según la cartilla de vacunación común.
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