En un comunicado difundido el día de hoy, la universidad explica las conclusiones a las que llegaron los expertos de las Facultades de Genética y Cría de Animales, y de Toxicología y Farmacología, bajo la dirección de Boris Kovacic.
Para los científicos, el hallazgo, cuyos resultados han sido publicados en la revista especializada "EMBO Molecular Medicine", ha sido completamente inesperado.
Cuestiona las bases de algunas hipótesis vigentes sobre la formación de la leucemia y "tiene consecuencias extremadamente importantes para el tratamiento de una forma especialmente agresiva" de este mal.
La nota recuerda que muchos tipos de cáncer se forman por mutaciones de las células del organismo. Hasta ahora se suponía que el estado de diferenciación de dichas células determina qué tipo específico de cáncer se desarrolla.
Así, por ejemplo, la llamada leucemia mieloide crónica (LMC) se desarrollaría a partir de células madre de la médula ósea, mientras que las células precursoras de linfocitos B estarían en el origen de la leucemia linfoblástica aguda de células B (B-LLA).
Pero el equipo de Kovacic asegura haber demostrado que ambas variedades de la enfermedad se desarrollan a partir de células hematopoyéticas madre.
Es en una fase posterior del desarrollo de las células cancerígenas cuando ambas formas se diferencian, y la causa más corriente de la LMC y la B-LLA son dos formas ligeramente divergentes del gen BCR/ABL, aparecidas por mutación, y que se conocen como "p210" y "p185".
Según Kovacic, el descubrimiento revela que una terapia que ataca todas las células cancerígenas de una sola manera "no puede funcionar".
"Debemos descubrir mucho más sobre el desarrollo de la enfermedad. En el futuro necesitamos una terapia dirigida a los orígenes reales de ambas formas de leucemia: las células madre hematopoyéticas", añadió el experto en la nota.
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