“La sugerencia del personal que ha participado de esta junta médica fue que por la seguridad de la madre, pensando siempre en la madre y no en el feto, ese embarazo tendría que interrumpirse”, informó Mora.
Sin embargo, aclaró que la última decisión será de la paciente y su esposo, “nosotros lo planteamos como sugerencia para precautelar la salud de la madre”, dijo.
La preocupación de los galenos se sustenta en que la madre se viene realizando sesiones permanentes de quimioterapia, para tratar su mal.
Según los galenos esas sesiones provocarían malformaciones en el feto. “Este es un embarazo grande”, indicó Mora a tiempo de lamentar el incumplimiento de las recomendaciones por parte de la paciente.
“La otra alternativa es que el embarazo continúe y a las 28 semanas, quizás con algún riesgo para el feto, se lo pueda sacar, sin embargo esto iría a empeorar el cuadro que tiene la mujer”, advirtió Mora al indicar que también se espera una respuesta por parte de los familiares.
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