“El compromiso es que desde este viernes tendremos como jefe de la Unidad de Nefrología al doctor Humberto Rodríguez y al residente de la especialidad Edwin Quispe. Además, a través del Fondo Nórdico, se harán arreglos a la infraestructura”, manifestó. El director del Sedes, Gustavo Marconi, dijo que en cuanto le informaron del problema pidió a sus técnicos interiorizarse del conflicto y buscar nefrólogos.
“Lo que pasa es que en Bolivia no hay muchos especialistas del área, pero ya está solucionado y no permitiremos que los pacientes continúen tomando sus sesiones sin control de nefrólogo”, dijo.
En octubre de 2011, La Razón hizo un recorrido por el Hospital de Clínicas y evidenció que los ambientes de la Unidad de Hemodiálisis tenían las paredes húmedas por la filtración de agua, había camas sostenidas por tablas y alambres, además que las máquinas de hemodiálisis trabajan las 24 horas, porque en cada turno (mañana, tarde, noche y trasnoche) asisten 20 pacientes.
Cutili explicó que la medida de protesta de ayer fue para evitar que más pacientes mueran; recordó que denunciaron que el agua destilada para sus terapias no era la adecuada para las hemodiálisis y no tenían un especialista que tome en cuenta estas necesidades. “Por esta situación, la salud de algunos compañeros se agravó y en mes y medio se registró una seguidilla de muertos, en total fueron siete los que fallecieron”.
Son 150 los pacientes, sostuvo, que requieren el servicio de hemodiálisis y que deben asistir a las sesiones tres veces por semana, pese a las malas condiciones que hay en la Unidad.
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