Para muchos de nosotros nuestro estómago parece ser una suerte de misterio, pero un nuevo estudio revela las sorprendentes maneras en que nuestro sistema digestivo ejerce control sobre nuestro apetito y humor. Este pequeño cerebro no piensa en una forma tan compleja, pero es fundamental para el proceso diario de trituración de alimentos durante la digestión, y en la mezcla y absorción que ayudan a la correcta extracción de los nutrientes y vitaminas que necesitamos. Todas estas neuronas que recubren nuestro sistema digestivo permiten establecer un contacto más cercano y directo con nuestro cerebro, a través del nervio vago, que a menudo regula nuestro estado emocional. Por ejemplo, cuando sentimos mariposas en el estómago, sucede que el cerebro se está comunicando con nuestro cerebro. Cuando nos sentimos nerviosos o con miedo, la sangre es desviada de nuestro estómago hacia los músculos. BBC.
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